Luego de que el presidente regañara a los funcionarios locales de la Región Autónoma Hui de Ningxia por no hacer lo suficiente para erradicar la cultura islámica, los mismos inmediatamente pusieron manos a la obra.
por Ma Xiagu
Desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) puso en marcha su campaña tendiente a «sinizar el islam» en el año 2018, se han implementado numerosas campañas de rectificación a lo largo de toda China. La Región Autónoma Hui de Ningxia, la cual alberga a la comunidad más grande de musulmanes de etnia hui de China, se ha convertido en uno de los principales objetivos de la represión. Durante los últimos dos años, numerosas mezquitas emplazadas en Ningxia fueron despojadas de sus cúpulas y minaretes, y muchos otros edificios se quedaron sin sus estructuras y símbolos islámicos tradicionales.
Luego de la visita del presidente Xi Jinping a la región del 6 al 8 de junio, se puso en marcha una nueva ronda de rectificaciones. Según un informe publicado en el sitio web del PCCh, las autoridades de Ningxia decidieron seguir el llamamiento efectuado por el presidente de «frenar resueltamente el extremismo religioso y rectificar continuamente el problema de las tres ‘zaciones'» —arabización, “saudización” y generalización de lo halal—.
La Mezquita de Nanguan emplazada en Yinchuan, la capital de la región, es una de las más grandes de Ningxia. La mezquita, originalmente construida a finales de la dinastía Ming (1368-1644) y restaurada en el año 1981, es atesorada por el pueblo hui de Ningxia. No obstante, el 26 de junio se quitaron cinco cúpulas verdes y varios minaretes del techo de la misma. Según una fuente, todos los símbolos y estructuras islámicos restantes serán eliminados en un plazo de tres meses.
«Esta campaña política nos ha asestado un gran golpe a nosotros, el pueblo hui», afirmó con impotencia un anciano musulmán frente a la Mezquita de Nanguan. El mismo añadió que el Gobierno no había emitido ningún documento oficial sobre la rectificación de la mezquita.
Una fuente local reveló que, a pesar de su descontento, los imanes y otros musulmanes a cargo de las mezquitas temen expresar sus verdaderas opiniones sobre la política de «sinización» del islam del PCCh por temor a la tiranía del Gobierno. “Si dijeran algo en contra del Gobierno, serían arrestados y considerados prisioneros políticos”, explicó la fuente.
Según un infiltrado en el Gobierno, durante su visita, Xi Jinping indicó que «Ningxia había obtenido algunos logros en lo que respecta a la reforma religiosa, pero que no se habían esforzado lo suficiente». Lo que significa que la rectificación debe ser intensificada.
«Luego de que Xi Jinping se marchó, en nuestro poblado y en otras zonas urbanas se puso en marcha la campaña de rectificación de mezquitas», afirmó un residente de etnia hui de Xingjing, un poblado administrado por el distrito de Xixia de la ciudad de Yinchuan. “Esta campaña fue ordenada por el Gobierno central. Un funcionario nos dijo que las mezquitas no deben ser tan grandes y magníficas”. El mismo añadió que incluso las personas de etnia hui que solían apoyar al Partido Comunista han comenzado a cambiar de opinión.
El condado de Helan de la ciudad de Yinchuan es una de las zonas que fueron inspeccionadas por Xi Jinping. No obstante, en lo que respecta a los musulmanes locales, esto no es algo de lo que alegrarse. Algunas mezquitas del condado ya habían sido rectificadas en el año 2019. Aparentemente, no lo suficiente: las mismas fueron sometidas a mayores represiones tras la visita del presidente. «Si el emperador lo exige, la rectificación debe repetirse», comentó sarcásticamente un musulmán local.
El Parque de la Cultura Hui de China, una atracción turística nacional de nivel 4A, construido en el año 2002 en el condado de Yongning de Yinchuan, ya había sido «sinizado» el año pasado. A fines de junio se puso en marcha una nueva ola de rectificaciones. Se enviaron grúas y otros equipos custodiados por la policía al lugar. Un empleado del parque explicó que el Gobierno ordenó cambiar el estilo original de los edificios, el cual había sido ideado para que estuviera «en consonancia con el de los países árabes».
En el mes de julio, se retiró el letrero del parque y se incrementó su seguridad; se incorporaron más agentes de administración urbana y policías vestidos de civil para supervisar el proceso de rectificación. A los turistas se les prohibió ingresar a la plaza central del parque.
En Ningxia, los negocios dirigidos por personas de etnia hui también son fuertemente reprimidos. Desde el año 2018 se están implementando campañas a gran escala para eliminar los textos en árabe y los símbolos halal de sus letreros. En la actualidad, incluso los caracteres chinos utilizados para escribir la palabra «halal» se encuentran prohibidos y están siendo eliminados.
Cuando el propietario de una tienda de ropa emplazada en Yinchuan solicitó una licencia comercial, la Agencia de Industria y Comercio le prohibió utilizar la palabra «luna creciente » en el nombre de la tienda. Al mismo tiempo, a un anciano empresario se le prohibió utilizar el nombre de un profeta, el cual también es el nombre que le dio a su hijo, en el letrero de su negocio.
Tal y como comentó un musulmán local, «el PCCh está aplicando los métodos represivos de Sinkiang en Ningxia», refiriéndose a la persecución de musulmanes uigures en curso.