El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU denuncia la detención masiva de musulmanes uigures en su informe sobre China.
El 30 de agosto de 2018, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de las Naciones Unidas publicó su informe periódico sobre China. Aunque también se mencionaron las discriminaciones contra tibetanos, mongoles étnicos y otras minorías, una parte importante del informe estuvo consagrada a los uigures.
El Comité de la ONU reconoció «numerosos informes sobre detención de un gran número de uigures étnicos y otras minorías musulmanas recluidas en régimen de incomunicación y, a menudo, durante largos períodos, sin cargos ni juicio, so pretexto de luchar contra el terrorismo y el extremismo religioso». El Comité lamentó que «no haya datos oficiales sobre cuántas personas se encuentran en detención prolongada o que se han visto obligadas a pasar períodos variables en ‘campos de reeducación’ políticos, incluso debido a expresiones no amenazantes de la cultura etno-religiosa musulmana, como, por ejemplo, los saludos diarios. Las estimaciones sobre ellos oscilan entre decenas de miles y más de un millón». Las negativas chinas fueron descartadas por no ser creíbles.
El Comité también informó que «la vigilancia masiva estaba dirigida de forma desproporcionada contra uigures étnicos, incluso a través de frecuentes detenciones policiales infundadas y escaneo de teléfonos móviles en estaciones de control policial». Además, “todos los residentes de Sinkiang deben entregar sus documentos de viaje a la policía y solicitar permiso para abandonar el país, y dicho permiso puede no ser otorgado durante años”. Peor aún, «muchos uigures residentes en el extranjero que abandonaron China supuestamente han sido devueltos al país contra su voluntad. Se teme por la seguridad actual de aquellos que regresaron involuntariamente a China».
El Comité pidió a China que «revele la ubicación actual y la situación de los estudiantes uigures, de los refugiados y de los solicitantes de asilo que regresaron a China de conformidad con una demanda del partido estatal durante los últimos cinco años», y «proporcione el número de personas involuntariamente retenidas en todos los centros de detención extralegales» en Sinkiang «durante los últimos cinco años, junto con la duración de su detención, los motivos de la detención, condiciones humanitarias en los centros, el contenido de cualquier entrenamiento o plan de estudios político y las actividades, los derechos de los detenidos a cuestionar la ilegalidad de su detención o a apelar la detención, y cualquier medida que se tome para garantizar que sus familias reciban pronta notificación de su detención». Si bien admite que brinda “servicios” de reeducación a los uigures, China ya ha indicado que no cumplirá con estas solicitudes.