La administración de una iglesia emplazada en Sinkiang fue sistemáticamente hostigada por las autoridades a lo largo de los años.
En julio de 2016, una iglesia familiar emplazada en la ciudad de Urumqi, en Sinkiang, organizó una misión en el extranjero para cinco miembros del personal de la misma. No obstante, las solicitudes de los pastores Wen Jing y Wang Zhongdao (seudónimos) fueron rechazadas debido a que sus nombres figuraban en la lista negra de la policía. En lugar de ello, sus pasaportes fueron confiscados.
Al final, la Sra. Zhou Tongxin (seudónimo), quien era miembro del personal de la iglesia y otras dos personas, incluyendo al pastor Chen y a un fiel de apellido Li, obtuvieron las visas y se les permitió viajar.
Cuando la Sra. Zhou regresó en agosto, se dio cuenta de que sus compañeros cristianos no podían ser encontrados en ninguna parte. Habían viajado de regreso a China dos días antes que ella, pero hasta la fecha, nadie sabe acerca de su paradero.
Meses más tarde, en noviembre de ese año, la Sra. Zhou también fue citada por la policía para ser interrogada. Le preguntaron sobre su viaje al extranjero y le advirtieron: «China es un país ateo. No tiene permitido viajar a países de Medio Oriente. ¡Tiene prohibido volver a viajar al extranjero!». Su pasaporte ha sido retenido bajo custodia policial desde entonces.
La iglesia fue atacada nuevamente en el mes de marzo de este año. Varios fieles estaban celebrando una reunión cuando ocho funcionarios del departamento de seguridad pública del distrito local irrumpieron en el interior y anunciaron que la iglesia estaba siendo clausurada.
Unos días más tarde, la policía allanó la casa de la pastora Wen. No presentaron una orden judicial y confiscaron por la fuerza su Biblia, libros espirituales y textos de sermones. Se le prohibió asistir a reuniones en el futuro.
Además, se le dijo que se presentara en tres lugares diariamente: el departamento de seguridad pública local, la estación de policía y la oficina comunitaria. Se le prohibió cambiar sus teléfonos móviles y los números de los mismos. Esto continuó hasta el mes de mayo y la pastora Wen estuvo a punto de sufrir un colapso mental.
Al pastor Wang también se le requirió reportarse en los tres lugares mencionados anteriormente. Se le prohibió salir de la ciudad y todavía se encuentra bajo vigilancia.
La Sra. Zhou también está siendo vigilada. En la actualidad, no cuenta con un lugar para congregarse ni para predicar el evangelio.
Informado por Li Zaili