Tres oradores en la Reunión anual de Aplicación sobre cuestiones de la Dimensión Humana de la Organización para la OSCE les solicitan a los Estados participantes de la OSCE que otorguen asilo a los refugiados perseguidos por cuestiones religiosas que huyen de China.
por Marco Respinti
El 13 de septiembre, durante la Reunión anual de Aplicación sobre cuestiones de la Dimensión Humana preparada por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la cual fue celebrada en Varsovia, tres oradores le solicitaron a los Estados del área de la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que otorguen asilo a los refugiados perseguidos por cuestiones religiosas que huyen de China.
Willy Fautré, de Human Rights Without Frontier, se centró en la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT). Explicó la persecución que está padeciendo este nuevo movimiento religioso cristiano en China, mencionando casos de tortura y asesinatos extrajudiciales, y la actitud escandalosa de varios Estados participantes de la OSCE, los cuales no reconocen la obvia persecución contra la IDT, se niegan a conceder asilo a la mayoría de los refugiados pertenecientes a la IDT, e incluso deportan a algunos de ellos de regreso a China.
Este escándalo también ha sido denunciado por Rosita Šorytė, presidenta del Observatorio Internacional para la Libertad Religiosa de los Refugiados (ORLIR). La misma mencionó el caso de la hermana Zhao Xueliang, deportada de Alemania a China, donde «desapareció» el 31 de agosto, a pesar de los reclamos presentados por varias ONG, la Cruz Roja y la Iglesia Evangélica Alemana. «Mi súplica hoy a los representantes de los Estados participantes, dijo la Sra. Šorytė, es, por favor, escuchen y recuerden el nombre de La Iglesia de Dios Todopoderoso. Por favor, lleven a cabo una investigación seria sobre este grupo, no crean lo que dicen los medios de comunicación chinos y los medios de comunicación occidentales que los copian, sino que lean información confiable procedente de ONG independientes y fuentes académicas. No tenemos derecho a jugar con las vidas de las personas y no podemos enviarlos a su muerte «.
Massimo Introvigne, editor en jefe de Bitter Winter, habló en nombre del CESNUR, el Centro de Estudios sobre Nuevas Religiones. Mencionó tres desarrollos negativos relacionados con la libertad religiosa en China, que afectan a los Estados participantes de la OSCE: el nuevo Reglamento restrictivo sobre Asuntos Religiosos de febrero de 2018, la represión de grupos que el régimen etiqueta y proscribe como xie jiao («enseñanzas heterodoxas»), entre los que se incluyen Falun Gong y la IDT, y el confinamiento de más de un millón de uigures en campos de concentración, llamados campamentos de «transformación por medio de educación». Esto afecta el área de la OSCE, causando una afluencia creciente de refugiados procedentes de China, que son principalmente uigures y otros musulmanes en Asia Central, y principalmente miembros de la IDT en Europa Occidental y América del Norte. Introvigne informó que, «debido a las noticias falsas, la hostilidad general hacia los refugiados y las confusiones acerca de cómo deberían ser interpretadas las leyes sobre refugiados, de las más de 2200 solicitudes de asilo procedentes de miembros de esta Iglesia [IDT] en el área de la OSCE, excluyendo a los Estados Unidos, solo 320 han sido aceptadas.
Felicitamos a Canadá y a Suecia por su prevalencia de decisiones favorables, y notamos que las autoridades italianas han comenzado una relación de cooperación con académicos, a fin de recibir información más precisa sobre este y otros grupos. Pero en otros países, los solicitantes de asilo pertenecientes a La Iglesia de Dios Todopoderoso y a otras religiones chinas perseguidas son rechazados y, en algunos casos, deportados a China, donde “desaparecen” rápidamente.
Recomendamos que las solicitudes de asilo basadas en cuestiones religiosas presentadas por los refugiados chinos, incluidas las de miembros de La Iglesia de Dios Todopoderoso, en todos los estados participantes, sean consideradas seria y justamente, y que nadie debería ser deportado sin evaluar seriamente los riesgos que enfrentaría al volver a China, entre los que se pueden incluir encarcelamiento, tortura e incluso la muerte»
Dos hermanas pertenecientes a la IDT que actualmente viven en los Países Bajos e Italia también ofrecieron sus testimonios.