Hace varios años, las autoridades de Gansu cerraron una iglesia doméstica y detuvieron a sus fieles.
En 2012, un grupo de fieles se congregó en una iglesia doméstica de la ciudad de Tianshui (Gansu). En el grupo había creyentes de ciudades cercanas de la provincia de Shaanxi. Todos fueron sorprendidos por una docena de agentes de policía que irrumpieron en el interior de la iglesia y suspendieron la reunión alegando que se trataba de una xie jiao.
Xie jiao hace referencia a las enseñanzas heterodoxas en China y constituye un delito conforme al Código Penal chino que comporta penas de prisión de entre tres y siete años o más.
Un creyente presente se opuso a ser catalogados de ese modo y lo golpeó sin piedad por la policía. Una embarazada y un anciano terminaron con lesiones físicas debido al comportamiento de la policía.
Más tarde, la policía interrogó a más de 100 creyentes uno por uno y les preguntó por sus inclinaciones religiosas e ideológicas, así como por la administración de la iglesia. También les impuso multas que iban desde cientos hasta miles de yuanes.
Wang Bo, uno de los creyentes, no sólo fue multado con 2000 yuanes (250 dólares) por “no decir la verdad”, también fue víctima de un robo: la policía confiscó su vehículo recién comprado por un valor de 12 000 yuanes (cerca de 1700 dólares) bajo el pretexto de “ser un instrumento criminal”.
Cinco predicadores de la iglesia fueron sentenciados a tres años de prisión por “usar una organización xie jiao para contravenir la ley”.
Informado por Ma Xiagu