El 21 de mayo de 2017, el Buró de Seguridad Pública de la ciudad de Jimo, provincia de Shandong, coordinó a varias comisarías locales, envió a más de veinte patrullas y setenta policías armados y allanó un centro local de reuniones de Shouters (Gritones). Cuarenta y ocho creyentes fueron detenidos por la fuerza y cinco trabajadores de la iglesia fueron condenados a penas de prisión.
Había cuarenta y ocho creyentes reunidos en casa del predicador Yang Guangqing (pseudónimo). El jefe del comité del pueblo avisó de la reunión y el Buró de Seguridad Pública de la ciudad envió ocho patrullas al pueblo. Los oficiales, dirigidos por el subdirector del Buró, se escondieron primero fuera del pueblo. Dos agentes de policía vestidos de civil fueron enviados más tarde a explorar el lugar de reunión. Tras confirmar que la reunión se estaba celebrando, otros oficiales allanaron el lugar de inmediato. Para evitar que los miembros de la iglesia escaparan, dos policías custodiaron la puerta, mientras otros cuatro empuñaban porras y ordenaban a los presentes que no se movieran.
En vista del elevado número de asistentes, los oficiales solicitaron refuerzos de otras comisarías que no tardaron en llegar: la policía de Jimo despachó veinte patrullas adicionales y más de setenta policías con porras y armas de fuego que también ingresaron al centro. Los policías tomaron nota de los datos de identificación de todos los presentes y confiscaron sus teléfonos celulares y libros religiosos. Poco después, la policía declaró que el encuentro era una “reunión ilegal y una posible amenaza para la seguridad nacional” y obligó a todos los asistentes a subir a las patrullas y los trasladó a varias comisarías locales.
La policía también allanó y registró las casas del predicador, Yang Guangqing, y de un trabajador de la iglesia. Confiscó bienes personales y artículos religiosos cristianos. Quienes presenciaron la escena comentaron: “¿Qué acaso la ley no nos garantiza la libertad de religión? ¿Cómo puede la policía detener a personas por creer en Jesús?”
En la noche del 21 de mayo, cuatro miembros de la iglesia fueron liberados. Al día siguiente, veinte miembros más fueron liberados y, unos días después, dejaron marcharse a otros diecinueve. Cinco trabajadores de la iglesia fueron condenados a penas de prisión, de entre once meses y cuatro años, y enviados al centro de detención de Mopudong. Hasta la fecha, tres de ellos siguen encarcelados.
El régimen chino utiliza el término Shouters (Gritones) para referirse a una gran variedad de comunidades, que comprenden al movimiento religioso cristiano conocido en Occidente como La Iglesia Local y a otros grupos que no forman parte de ese movimiento. Se emplea este término porque quienes pertenecen al movimiento proclaman el nombre del Señor a viva voz. Durante la Revolución Cultural, el Partido Comunista Chino calificó al movimiento como una “organización contrarrevolucionaria” y lo incluyó en un registro nacional de organizaciones xie jiao, que suelen traducir erróneamente como “sectas”. Conforme al artículo 300 del Código Penal chino, estar relacionados con ese tipo de organizaciones conlleva automáticamente arrestos, detenciones o penas de prisión.
Informado por Jiang Tao