Se están llevando a cabo manifestaciones en Canadá en apoyo de Chen Huixia, quien ha sido sentenciada en virtud del art. 300 del Código Penal Chino por «utilizar un xie jiao«.
Massimo Introvigne
En Canadá, practicantes de Falun Gong se están manifestando frente a embajadas y consulados chinos, pidiendo la liberación de Chen Huixia, cuya hija, Lu Hongyan, es ciudadana canadiense. Los mismos son apoyados por Amnistía Internacional, la cual ha incluido el caso de Chen Huixia entre aquellos para los que se deben tomar medidas urgentes.
Chen se unió a Falun Gong en el año 1998. Fue arrestada en el año 2003 y luego de ser liberada fue mantenida bajo vigilancia junto con toda su familia. Fue detenida nuevamente el 3 de junio de 2016. Según informa Amnistía Internacional, la mantuvieron atada a una silla de hierro y no le permitieron dormir durante treinta días. Un fiscal investigó sus declaraciones de que había sido torturada, pero concluyó que tales medidas no equivalían a tortura.
Su caso fue escuchado el 12 de mayo de 2017, pero fue pospuesto hasta principios de septiembre de 2018. Posteriormente, Chen fue sentenciada a tres años de cárcel, sentencia que puede incrementarse a cinco años si no muestra signos de «reeducación» exitosa, basándose en el Artículo 300 del Código Penal chino. El artículo castiga «la utilización» de un xie jiao, es decir, estar activo en un movimiento prohibido que forma parte de una lista de «enseñanzas heterodoxas». Falun Gong es uno de los grupos incluidos en la lista oficial de xie jiao.
En China, los abogados pueden ser perseguidos personalmente por defender a miembros de un xie jiao, y la hija canadiense de Chen fue informada del veredicto a fines de septiembre. En estos momentos, ella está intentando apelar el veredicto y movilizar a la opinión pública canadiense en apoyo de su madre.