Las autoridades de la prefectura de Tacheng sepultaron las ruinas de siete mezquitas destruidas para ocultar cualquier vestigio de la demolición.
En marzo de 2018, el gobierno del municipio de Shanghudi arrestó a cuatro musulmanes uno tras otro y utilizó los arrestos para coaccionar a los habitantes para que firmasen un documento por el que consentían voluntariamente en la destrucción de su mezquita.
El 25 de abril, las autoridades empezaron la demolición que duró cinco días. Los habitantes temían incluso acercarse a la mezquita por miedo a ser arrestados.
Para destruir toda prueba residual, 21 días después de la demolición, las autoridades gastaron 5500 yuanes en enviar excavadoras y enterrar los ladrillos de las mezquitas destruidas. Actualmente, el emplazamiento original de las mezquitas se ha convertido en una extensión de terreno sin rastro de las demoliciones.
El 17 de abril, también demolieron una mezquita en la carretera del norte de Dongfeng, en la ciudad de Laoshawan. Las autoridades destruyeron por la fuerza dos cargamentos de alfombras de mezquita y enterraron todos los objetos que no pudieron quemar. Después, construyeron tiendas en el lugar donde antes estaba la mezquita y las alquilaron.
Tres mezquitas de la ciudad de Sidaohezi, en el condado de Shawan, y otras dos de los pueblos de Lijiaping y Shuimogou también fueron demolidas por la fuerza y posteriormente totalmente destruidas.
Informado por Li Zaili