Del 2 al 4 de septiembre de 2018, el periodista austriaco Peter Zoehrer fue testigo presencial de falsas «manifestaciones espontáneas» organizadas por el PCCh y activistas antisectas coreanos contra solicitantes de asilo pertenecientes a la Iglesia de Dios Todopoderoso en Seúl. El mismo le relata toda la historia a Bitter Winter.
Rosita Šorytė
Bitter Winter informó extensamente sobre las falsas «manifestaciones espontáneas» organizadas en Corea del Sur entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre por el Partido Comunista Chino y activistas antisectas coreanos contra solicitantes de asilo pertenecientes a la Iglesia de Dios Todopoderoso, un nuevo movimiento religioso cristiano chino fuertemente perseguido en China.
Además, informamos que un periodista austríaco, Peter Zoehrer, fue testigo ocular de los acontecimientos. Zoehrer es también el secretario del FOREF (Foro para la Libertad Religiosa en Europa) y ha subido videos de los eventos en el canal de YouTube de FOREF. Hemos entrevistado a Zoehrer en Varsovia, donde asistió a la Reunión de Implementación de la Dimensión Humana de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa).
Usted entrevistó a varios miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) sobre persecución y tortura, ¿cuál fue su experiencia?
Sí, puedo decir con sinceridad que los últimos cuatro días de mi estancia en Corea fueron algunos de los días más intensos y agotadores, pero también de los más enriquecedores de toda mi vida. Durante este período, entrevisté a 17 miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso. No solo esto: cinco de ellos fueron víctimas de tortura física. Todos ellos han sido perseguidos en China. Huyeron a Corea del Sur para escapar de la vigilancia permanente del PCCh (Partido Comunista Chino) y buscando desesperadamente libertad religiosa.
Me sorprendió cuando vi a miembros de un grupo antisectas manifestarse frente a su iglesia en Seúl, pidiendo que sus miembros fueran deportados a China, donde todo el mundo sabe que serán detenidos, encarcelados, interrogados y torturados.
Durante estos días tuve la extraordinaria oportunidad de conocer a los miembros de una comunidad religiosa que ha experimentado una severa persecución por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) desde principios de los años noventa. Se dice que en la lista de las veinte «sectas más peligrosas» del PCCh, la Iglesia de Dios Todopoderoso se encuentra entre las primeras siete.
A través de las entrevistas, también tuve la oportunidad exclusiva de escuchar historias muy personales, a menudo desgarradoras, de miembros que sufrieron una persecución indescriptible debido a su fe. El PCCh estableció un sistema casi perfecto de control del pensamiento mediante el uso de innumerables espías y de su avanzada tecnología de observación. Además, vigilan a los creyentes a través de vecinos, maestros, e incluso parientes y familiares. Ya en la escuela primaria, el PCCh infunde miedo al castigo en los niños, si comienzan a creer en Dios.
Cada persona que entrevisté posee una historia diferente y única, la cual probablemente podría llenar todo un libro. Originalmente, tenía la intención de entrevistar solo a un puñado de personas. Sin embargo, al escuchar de sus compañeros lo liberador que es sacar cosas de su pecho, pronto surgieron más y más queriendo ser entrevistados. Contaron sus historias de manera directa, sin perderse en detalles. La crueldad oculta tras las grandes mentiras del PCCh mediante las cuales afirman que la IDT está separando familias al huir a Corea del Sur y a otros países, provocó el enojo de algunos de los entrevistados. Con una poderosa indignación en su voz, narraron su propia experiencia: si el PCCh les hubiera concedido libertad religiosa y derechos humanos básicos, nunca habrían huido de su país. Entonces, ¿quién está causando la separación de las familias? El causante de ello es el régimen comunista ateo.
Algunos de ellos todavía tienen familiares y parientes en China, los cuales podrían ser castigados como consecuencia de estos testimonios. Cuando les pregunté si realmente querían tomar este riesgo, expresaron que lo más importante es que el mundo conozca las atrocidades y los crímenes cometidos por el PCCh, y el sufrimiento indescriptible que padecen los creyentes en China.
Por pura coincidencia, o lo cual un creyente llamaría providencia, usted se encontraba en Seúl cuando agentes chinos y activistas antisectas locales organizaron manifestaciones contra la IDT. ¿Qué sucedió exactamente?
Originalmente fui a Corea para asistir a una conferencia internacional a celebrarse en el Hotel Lotte. Mi segundo objetivo era asistir al certamen de oratoria de TNKR (por sus siglas en inglés). TNKR, «Enseñando a Refugiados Norcoreanos«, es una ONG que ayuda a los refugiados norcoreanos a dominar el idioma inglés para poder contar su historia al mundo. Mi amigo Michael es uno de los profesores y me invitó a asistir a su certamen anual de oratoria. Esta fue una experiencia profundamente conmovedora para mí.
Mi fecha de partida estaba estipulada para el 3 de septiembre. Tan solo dos días antes de mi partida prevista, recibí un mensaje procedente de mi amigo Willy Fautré (director de Human Rights Without Frontiers, HRWF) en el que me decía que debería reunirme con miembros de la IDT. El mismo me dijo que habría manifestaciones contra ellos, organizadas por el PCCh (había sido alertado, a su vez, por un artículo publicado en Bitter Winter). Nuestra coalición de derechos humanos en Europa necesitaría urgentemente fotos, videos y entrevistas. Debido a ello, prolongué mi estadía en Seúl por otros tres días. Una delegación de refugiados chinos vino a verme al hotel y me informó sobre su compleja situación.
En calidad de periodista, asistí a tres manifestaciones contra la IDT. La primera se realizó frente a las instalaciones de la IDT en Seúl. Al día siguiente, se manifestaron frente a la Casa Azul, la cual es la residencia del Presidente de la República de Corea, y la tercera manifestación se llevó a cabo frente al centro de culto de la IDT emplazado al sur de Seúl, en la campiña.
Estas manifestaciones fueron organizadas por agentes del PCCh en colaboración con activistas antisectas surcoreanos. La historia que intentan transmitir a los medios de comunicación y a políticos de Corea del Sur es totalmente retorcida y opuesta a la realidad. La propaganda del PCCh afirma que la IDT es una secta peligrosa que está dividiendo a las familias. Por consiguiente, traen a algunos familiares de los refugiados de la IDT desde China para que formen parte de estas manifestaciones. Se estima que solo la mitad de los manifestantes eran familiares y la otra mitad eran «manifestantes profesionales» surcoreanos junto con activistas antisectas de cinco grupos diferentes.
Fui consciente de la agenda oculta de este accionar atroz gracias a artículos publicados por Bitter Winter, los cuales me proporcionaron valiosa información relacionada con antecedentes, por ejemplo, tomando como base los memorandos secretos sobre estrategia del PCCh, los cuales revelaron un esquema de cómo deberían organizarse las protestas contra la IDT en Corea del Sur, etc. Especialmente la Sra. O Myung Ok (una activista antisectas coreana que se desempeñó como agente organizador local del PCCh) que siguió el esquema al pie de la letra. La misma operó con notable precisión. Tenemos secuencias de video que muestran cómo instruyó a los manifestantes sobre a dónde ir, qué hacer e incluso qué gritar.
El domingo por la tarde, tres miembros de la IDT fueron a buscarme a mi hotel y me llevaron a su iglesia. Me dijeron que las protestas ya habían comenzado frente a las instalaciones de su iglesia. Cuando llegamos a nuestro destino, casi no podía creer lo que veía. Aproximadamente veinte personas estaban gritando, chillando y ondeando carteles frente a la entrada de la misma. Bloquearon la entrada para que nuestro automóvil no pudiera ingresar al área de estacionamiento de la Iglesia. Salí del auto hacia la multitud enardecida, con mi tarjeta de prensa apoyada sobre el pecho. Esto funcionó como magia. Al ser un periodista extranjero, no se atrevieron a detenerme y pude ingresar. No obstante, dos mujeres jóvenes todavía permanecían en el automóvil, el cual estaba rodeado por la multitud enfurecida. Algunos manifestantes incluso se acostaron en el piso frente al automóvil. Otros, incluida la Sra. O, golpeaban con sus puños el automóvil, gritando que los que estaban adentro del mismo deberían bajar las ventanillas. Intentaron identificar a las mujeres que esperaban impotentes en el vehículo, temiendo lo que podría suceder a continuación. Finalmente, cuando llegó la policía, pudieron ingresar sin problemas por la puerta de acceso al estacionamiento. Se puede comprobar la evidencia de dicho accionar en nuestros videos publicados en YouTube.
El lunes, los manifestantes se reunieron en un área abierta cerca de la Casa Azul. Eran mucho menos personas que las presentes el día anterior. La razón de ello puede haber sido la lluvia torrencial. Fui hasta allí con dos camarógrafos, ambos miembros de la IDT. Uno de ellos llevaba una máscara blanca en la cara, porque si era identificado, sus padres y familiares en China definitivamente estarían en peligro de recibir represalias por parte del PCCh. De hecho, la Sra. O se presentó y empujó al joven muy agresivamente, desafiándolo a identificarse. También se volvió hacia mí, tomó fotos de mi tarjeta de prensa y me exigió que le entregara mi tarjeta de presentación, lo que por supuesto me negué a hacer. La llamé por su nombre y le dije que sabía quién era, debido a lo cual se mostró molesta. Algunos representantes de medios de comunicación también se encontraban presentes allí. Pronto, la manifestación se interrumpió a causa de la lluvia. Fue un fracaso total para los organizadores. Por otro lado, eso fue de nuevo bastante satisfactorio para los refugiados de la IDT.
Al día siguiente, el martes, fuimos al centro de culto de la IDT emplazado al sur del sur de Seúl, el lugar donde se produjo la «manifestación» final. Era un complejo impresionante, que incluía mucho más que solo un salón de culto. Poseía numerosos apartamentos para los miembros, una gran cocina con un comedor espacioso, un centro de arte y el lote. Los edificios estaban ubicados al pie de una colina, cerca de un río y con una impresionante vista panorámica como telón de fondo.
Después de un delicioso almuerzo, nos preparamos para la llegada de los manifestantes. En una pequeña instalación cerca de la casa principal, pudimos ver en una enorme pantalla de televisión todo lo que estaba sucediendo en la calle, fuera de la valla de seguridad.
Aunque los abogados nos habían dicho que la manifestación se había registrado oficialmente para que durara desde las 2:00 de la tarde hasta las 4:00 de la tarde, ya a la 1:45 de la tarde llegaron los manifestantes y comenzaron a cantar y a gritar a través de sus altavoces a máximo volumen. Ese fue su primer error. Su segundo error fue superar la limitación legal de la manifestación, invadir las instalaciones de la Iglesia de Dios Todopoderoso para organizar la manifestación. Incluso levantaron pancartas para cubrir la pancarta con la petición de las nueve ONG que la Iglesia había expuesto. Su tercer error fue estacionar su camioneta ilegalmente en el terreno privados de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Los dos jóvenes abogados coreanos contratados por la IDT fueron brillantes. Salieron por la puerta y les dijeron a los organizadores que se retiraran del lugar debido a que estaban violando la ley coreana. Un pastor antisectas que se encontraba parado sobre la camioneta, les gritó, negándose a seguir los consejos de los abogados. Ese fue su cuarto error. Sin dudarlo un minuto, los abogados llamaron a la policía. Los manifestantes tuvieron que desmontar y enrollar sus carteles, sacar los automóviles del lugar y finalmente dejaron de gritar.
Usted fue entrevistado por la televisión nacional coreana KBS y por otros medios de comunicación. Hasta cierto punto, la cobertura mediática de los eventos ha estado muy influenciada por estereotipos antisectas. ¿Cuál es su impresión de los medios coreanos?
Curiosamente, había más gente perteneciente a los medios de comunicación que manifestantes. Pedí a los abogados que negociaran con la KBS (la Televisión Nacional Coreana) una reunión conmigo. Estuvieron de acuerdo y cuando salí a recibirlos, fui rodeado por una multitud de periodistas. Los reporteros me hicieron todo tipo de preguntas. Les dije que en su anterior cobertura de noticias habían hecho quedar mal a la IDT al repetir solo las historias inventadas por el PCCh («secta peligrosa», que dividía familias, etc.). Y que por ello no les hablaría más. Solo KBS recibiría mi entrevista exclusiva. Eso marcó el final de la manifestación. Junto con el equipo nacional de radiodifusión y mis traductores, ingresamos a las instalaciones y comenzamos la entrevista, la cual duró no menos de 90 minutos. Hicieron muy buenas preguntas y me alegré al poder explicarles que represento a nueve ONG europeas cuyos miembros están profundamente preocupados por el destino de los cristianos chinos perseguidos que huyeron de su país en busca de libertad religiosa. Además, pude explicarles a los periodistas la urgencia de otorgar asilo político a los miembros de esta Iglesia. Si el gobierno de Corea del Sur los deportase de vuelta a China, seguramente terminarían en la cárcel o en «campamentos de transformación por medio de educación».
Antes de esta experiencia bastante positiva, los miembros de la IDT me expresaron cuán desconfiados se sentían con respecto a los medios de comunicación surcoreanos. La razón es que varias veces sus relatos han sido totalmente modificados. Se sentían totalmente calumniados y traicionados por los periodistas que parecían estar del lado del PCCh y de los activistas antisectas coreanos. Esto realmente me sorprendió. ¿Los medios de comunicación coreanos realmente se están convirtiendo en una víctima de la propaganda china? ¿Por qué se doblegan ante los grupos fundamentalistas antisectas? A pesar de que puedo entender la desconfianza que sienten los refugiados de la IDT, igualmente los alenté a ponerse en contacto con los medios y darles otra oportunidad.
¿Qué pueden hacer las ONG en Occidente para apoyar a los refugiados que huyeron a Corea escapando de la persecución religiosa?
¡Esta es una pregunta muy importante!. La mayoría de la gente subestima el largo alcance de China. La tremenda influencia que el PCCh ejerce a través de su poder económico y su propaganda … Es una pena que el gobierno coreano ya haya emitido 187 órdenes de deportación contra refugiados chinos miembros de la IDT. El tiempo está realmente en contra de esos refugiados y hasta ahora, en los medios de comunicación coreanos, no se les dio una oportunidad para hablar en su defensa. Por lo tanto, tanto la comunidad internacional de derechos humanos como los medios de comunicación internacionales tienen el desafío de destacar su lamentable situación.
En primer lugar, deberíamos difundir la historia de estos refugiados a los principales medios europeos y a las redes sociales. Luego, deberíamos hacer que la comunidad de derechos humanos en Europa y los Estados Unidos tome conciencia de este grave problema. Otro paso sería informar al Parlamento Europeo y al Dr. Jan Figel, el cual es el enviado especial de la UE experto en FoRB (Libertad de Religión o Creencias). Nuestros colegas en EE. UU. podrían enviar información al Departamento de Estado de EE. UU. Por último, pero no por ello menos importante, debemos llevar a cabo intervenciones ante la ONU en Ginebra. A pesar de que Corea depende de muchas maneras económica y culturalmente de China, respeta a Europa y a Estados Unidos.
Nuestras organizaciones, HRWF y el FOREF Europa, tuvieron experiencias positivas relacionadas con la defensa de la libertad religiosa en Japón, donde miembros de la Iglesia de la Unificación y de los Testigos de Jehová eran secuestrados y encarcelados por activistas antisectas hasta que se retractaban de su nueva fe o lograban escapar. Una vez que el tribunal sentenció a los delincuentes, estos tuvieron miedo y detuvieron su actividad delictiva. Solo este tipo de amenazas podrían detener a los activistas antisectas y anti-derechos humanos en Corea.