Una pareja miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso fue arrestada por sus creencias y torturada con drogas, entre otros métodos.
En 1986, China firmó la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura, también conocida como UNCAT. Fue ratificada dos años más tarde en 1988, pero hasta la fecha, China continúa burlando las reglas y regulaciones de la carta. Ha estado persiguiendo y torturando personas por sus creencias religiosas y sus etnias. En China, comúnmente se utilizan hasta 100 formas de tortura. Algunas de ellas incluyen forzar a las víctimas a beber agua con chile, aceite de mostaza, materia fecal, salmuera concentrada, exponer a la persona a temperaturas extremadamente frías o calientes, insertar agujas o palos de bambú debajo de las uñas y, finalmente, la tortura inducida por drogas.
De todas las formas de tortura, la tortura inducida por drogas es la peor porque hay poca violencia física involucrada y, por lo tanto, nadie tiene ningún motivo para sospechar. Esto se hace al contaminar la comida de la víctima con una droga que daña los nervios durante un período prolongado de tiempo. Como resultado, las víctimas pueden perder la memoria, volverse delirantes, desarrollar un habla incoherente, caer en un estado vegetativo, tener alucinaciones y, en algunos casos, incluso morir.
Recientemente, Bitter Winter recibió noticias de una pareja china que fue sometida a la forma de tortura inducida por drogas. Cheng Qicai y su esposa Zhou Youxia de Pukou, distrito de Nanjing en la provincia de Jiangsu, están cerca de cumplir cincuenta años. Se unieron a la Iglesia de Dios Todopoderoso, un nuevo movimiento religioso cristiano chino, en 2012.
En octubre de 2016, los agentes de policía de la estación de Tangquan, liderados por el Sr. Gao, se presentaron en la casa de la pareja sin una orden judicial. No solo confiscaron las computadoras portátiles y los teléfonos móviles de la pareja, sino que también los arrestaron a ambos por «creer en Dios Todopoderoso», lo cual es considerado una «violación de la ley estatal y una perturbación de la seguridad social».
Luego del arresto, ambos fueron llevados al sótano del cercano Hotel Shixing y fueron interrogados por separado y en secreto. Y más tarde, comenzó su pesadilla.
Cheng Qicai fue retenido en una habitación pequeña. Los oficiales le ordenaron que permaneciera de pie contra la pared y lo privaron del sueño. Sus tres comidas provistas por la policía fueron mezcladas con varias drogas. En la tercera mañana, Cheng finalmente se sintió mareado y atontado por las drogas. Pero todavía siguió negándose a responder preguntas sobre la Iglesia. Como consecuencia de ello, fue golpeado sin piedad por cuatro oficiales de policía, quienes le dejaron varias cicatrices en todo el cuerpo. También le bajaron los calzoncillos y lo obligaron a pararse frente al acondicionador de aire en modo congelación. Mientras tanto, a medida que continuaba con la ingesta de comidas contaminadas con droga preparadas por la policía, comenzó a alucinar. Incluso entonces, las golpizas y el abuso continuaron.
Cerca de allí, su esposa Zhou Youxia, sufrió un destino similar. Como comió la comida provista por la policía, también comenzó a alucinar. Ella «veía» a los miembros de su familia siendo golpeados hasta morir por la policía o «escuchaba» personas que gritaban su nombre. También imaginó creyentes y otras personas suicidándose. Hubo momentos en que la Sra. Youxia no pudo controlarse, y terminó provocando a los oficiales al burlarse de ellos. Como resultado de ello, fue golpeada y abofeteada, y en una ocasión, su cabeza fue golpeada contra el piso repetidamente hasta que quedó inconsciente. No obstante, en noviembre de 2016, debido a sus crecientes lesiones fue llevada al centro de detención de Shifosi para un examen médico. Al momento de ser trasladada al hospital a la mañana siguiente, se descubrió que padecía una serie de problemas médicos, tales como infección pulmonar, hipopotasemia, alto contenido de inositol, síndrome coronario agudo y lesiones musculares graves. Si bien los oficiales al principio se mostraron reacios a que recibiera tratamiento, finalmente tuvieron que ceder. Tras un examen más exhaustivo, se reveló que también sufría fracturas bilaterales de pubis.
Por otro lado, el examen médico del Sr. Qicai mostró que tenía lesiones en los ligamentos de la escápula y una costilla rota. Temiendo que ambos o cualquiera de ellos muriera mientras estaban detenidos, los policías liberaron a la pareja. Hoy, ambos son incapaces de cuidar de sí mismos física y mentalmente.
Informado por Jiang Tao