A principios de agosto, las autoridades lanzaron una operación de arresto de tres días que estaba principalmente dirigida a la Iglesia de Dios Todopoderoso y, posteriormente, sometieron a los detenidos a adoctrinamiento forzado.
De acuerdo con un infiltrado en el PCCh, la operación que se lanzó durante las primeras horas del 7 de agosto estuvo dirigida primordialmente a los miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso que habían sido previamente arrestados por sus creencias: cada uno de los creyentes de este nuevo movimiento religioso cristiano chino que fueron arrestados durante una campaña de medidas enérgicas en contra de la Iglesia en 2014, fue sometido a persecución.
“Se recibieron órdenes desde el gobierno central en la forma de un documento oficial ‘de extrema urgencia’ que exigía que todos los creyentes, especialmente aquellos que creen en Dios Todopoderoso, deben ser capturados de un solo golpe”, dijo el infiltrado.
Los creyentes arrestados fueron mantenidos presos en una escuela primaria en el pueblo de Baiyang, donde las autoridades los adoctrinaron por la fuerza obligándolos a ver videos anticristianos y diciendo palabras blasfemas. Los detenidos también fueron forzados a firmar declaraciones donde renunciaban a su fe y rompían los lazos con la Iglesia.
Uno de los creyentes arrestados dijo: “Me hicieron ver videos propagandísticos que condenaban al cristianismo desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Posteriormente, me llevaron a otro salón de clases para interrogarme. Si no estaban satisfechos con mis respuestas, me hacían regresar y seguir viendo los videos. Lo mismo les ocurrió a otras personas”.
De acuerdo con otro creyente, las autoridades también los amenazaron, diciendo que si no firmaban los documentos y traicionaban su fe, sus subsidios de seguridad social y para sus cultivos serían revocados.
Según algunas fuentes, algunos creyentes que se negaron a firmar los documentos fueron enviados a un centro de detención en el distrito de Wanzhou en Chongqing.
Informado por Yao Zhangjin