Las autoridades de la provincia de Liaoning han puesto en marcha medidas para minimizar el avance de las creencias religiosas desde la base.
Desde el pasado mayo, las autoridades de la ciudad de Shenyang (provincia de Liaoning) se valen de una campaña de promoción pública para que el desarrollo de la ciudad acabe con las creencias religiosas. Con la campaña se pretende crear “una ciudad con tres ejes”, es decir, “civilizada, saludable y ecológica». Se entregan folletos y se han colocado carteles publicitarios contra la fe religiosa en lugares públicos. También se anima a los ciudadanos comunes a denunciar a los creyentes.
A fin de mes, todas las comunidades de la ciudad reciben un informe con datos sobre actividades desarrolladas en el marco de la lucha contra la religión. Se especifica el número de personas investigados en los centros religiosos, el número de detenidos, el valor de los artículos incautados, el alcance de las actividades de patrullaje, entre otros aspectos.
Hace poco, Bitter Winter tuvo acceso a un documento sobre la “campaña de lucha contra la fe religiosa” elaborado por una empresa dirigida por el gobierno en Liaoning.
En el documento se apela a la cooperación estrecha y sistemática entre las unidades de trabajo de la empresa y las organizaciones comunitarias para acabar con las creencias religiosas. Cada unidad de trabajo debe firmar una “declaración de intenciones”, según la cual los líderes supervisarán a los empleados y los empleados supervisarán a sus familias.
De acuerdo con el documento, la responsabilidad de minimizar el avance de las creencias religiosas recae en todas las personas que formen parte de los equipos y familias para alcanzar así “una cobertura total, sin callejones sin salida y sin puntos ciegos”.
En el documento se anima a fortalecer la propaganda antirreligiosa diaria y las acciones educativas. Cuando se descubran creyentes, deben “educarse” mediante “transformación ideológica”. Si siguen aferrándose a sus creencias, se debe designar a una persona para que los supervise. Existe un programa de “control dinámico” (control las 24 horas del día) para los creyentes más activos o participativos y las personas designadas deben colaborar con los agentes de los cuerpos de seguridad pública en sus investigaciones.
Información de Piao Junying