Un cristiano del Movimiento Renacer de la provincia de Anhui fue perseguido incesantemente por su fe.
por Jiang Tao
En abril del año pasado, agentes de la Brigada de Seguridad Nacional y de una comisaría de policía local se presentaron en casa de Cheng Lei y lo trasladaron hasta la comisaría junto con sus padres para interrogarlos. La familia pertenece al Movimiento Renacer y organiza reuniones en su hogar con frecuencia.
El Movimiento Renacer, también conocido como la Iglesia de Todo Ámbito, la Iglesia de la Palabra de la Vida o Los Llorones, es un grupo cristiano prohibido, incluido en la lista de xie jiao (enseñanzas heterodoxas) por las autoridades chinas.
Sus padres fueron liberados el mismo día, pero el Sr. Cheng fue trasladado a un centro de detención en el que permaneció recluido durante los siguientes cuarenta días. A pesar de que fue liberado, se convirtió en un objetivo permanente para las autoridades.
Meses después, en agosto, durante un viaje en tren nocturno a Henán, el Sr. Cheng recibió una llamada de un funcionario del Buró de Seguridad Pública que lo acusó de huir. Poco después, un revisor del tren se presentó para comprobar sus datos de identificación.
A la mañana siguiente, cuando el tren llegó a su destino a las 4 a.m., el Sr. Cheng fue detenido de nuevo. Lo trasladaron a un centro de detención y lo mantuvieron allí durante un mes. Luego, fue enviado a una granja para reformarlo mediante el trabajo.
Aunque fue liberado en marzo de este año, tiene restricciones a su libertad: debe presentarse periódicamente en una comisaría local y debe responder a todas las preguntes que le formule cualquier agente que se presente en su hogar.
Este constante hostigamiento le causó mucha angustia al Sr. Cheng a nivel personal. Su matrimonio se ha visto afectado y la salud de su madre se ha deteriorado.