Las autoridades utilizan procedimientos de otorgamiento de fianzas para sacar provecho de los creyentes y obtener una ganancia financiera.
A fines de abril de 2017, más de diez oficiales de policía pertenecientes a la Brigada de Seguridad Nacional de la ciudad de Shangqiu, en la provincia de Henán, irrumpieron en el hogar de Wang Fulai (seudónimo), miembro de una Iglesia doméstica cristiana. El mismo escaló un muro y logró escapar. Perseguidos por las autoridades, Wang Fulai y su esposa se vieron obligados a abandonar su hogar y esconderse.
A fines de julio, Wang Fulai se enteró de que el Departamento de Seguridad Pública había hecho circular en línea una orden de arresto a su nombre. Se sentía ansioso y preocupado dondequiera que fuese, por lo que, intentando volver a vivir una vida normal, utilizó sus conexiones para solicitar una fianza en la Brigada de Seguridad Nacional de la ciudad de Shangqiu. Los oficiales aprovecharon esta oportunidad y le exigieron 30 000 yuanes (aproximadamente 4200 dólares).
Wang Fulai no recibió ningún recibo por el dinero que había entregado y tardó bastante tiempo hasta que las autoridades procesaron su solicitud.
Recién el 4 de mayo de este año, la Brigada de Seguridad Nacional tomó fotos de Wang Fulai, muestras de sangre, huellas dactilares y huellas de sus pies, y registró todo en su expediente. Sólo entonces retiraron la orden que se hallaba en línea.
Posteriormente y de manera frecuente, un capitán de la Brigada de Seguridad Nacional local llamaba a Wang Fulai para supervisarlo e interrogarlo, e incluso lo incitó a brindar información relacionada con otros creyentes, prometiéndole dinero por cada creyente que denunciara.
Informado por Jiang Tao