Fueron detenidos en una reunión de la Iglesia, esposados y trasladados a una comisaría. Algunos recibieron multas y otros permanecieron detenidos y fueron sentenciados.
En mayo de 2017, la policía detuvo a 71 miembros de una Iglesia doméstica de la ciudad de Shangqiu, provincia de Henán, mientras se encontraban en una reunión. El balance fue de 53 miembros multados con entre 1000 y 2000 yuanes (220 a 290 dólares) y 15 líderes de la Iglesia y un creyente con penas de prisión de uno a tres años. Fueron indultados, pero deben presentarse periódicamente en comisaría y tienen sus teléfonos celulares intervenidos.
El 17 de mayo de 2017, alrededor las 9 de la mañana, más de 30 oficiales de policía de la Brigada de Seguridad Nacional de Shangqiu, así como de los cuerpos de policía criminal y local, condujeron tres autobuses hasta el lugar de reunión de una Iglesia local y detuvieron a 68 creyentes. La policía no esperaba encontrar tantos creyentes y no tenía suficientes esposas, por lo que algunos de ellos fueron atados con cinturones y cuerdas y trasladados a la comisaría local en autobuses de la policía. Ese mismo día, tres creyentes de la misma Iglesia fueron detenidos en otro lugar de reunión.
En la comisaría, la policía interrogó a los creyentes, uno por uno. Finalmente, 53 de ellos fueron liberados con multas de entre 1000 y 2000 yuanes y 15 líderes de la Iglesia y un creyente fueron trasladados a un centro de detención.
El 16 de diciembre de 2017, el tribunal de la ciudad de Shangqiu condenó a los 16 creyentes detenidos a penas de prisión de entre uno y tres años por “usar el xie jiao (enseñanza heterodoxa) en detrimento del cumplimiento de la ley” con suspensión de sentencias. El líder de la Iglesia, Zhang Mingsheng (seudónimo), fue sentenciado a tres años de prisión, con una suspensión de tres años, y fue multado con 20 000 yuanes (casi 3000 dólares), su hijo fue condenado a seis años de prisión y multado con 60 000 yuanes (casi 9000 dólares), su sentencia se conmutó a una suspensión de dos años gracias a las conexiones de la familia.
Según informaciones recibidas, Zhang Mingsheng y su hijo tienen que presentarse a diario en la estación de policía. Si no se llegan a presentar tres veces, podrían ser encarcelados. La policía también le dio a Zhang Mingsheng un teléfono celular con un rastreador para monitorearlo y si alguien visita su casa, debe llamar a la estación de policía para comunicarlo. Los cuadros y vecinos del pueblo también lo vigilan. Por otra parte, los demás creyentes deben presentarse periódicamente en comisaría y la policía vigila sus movimientos. La policía también ha amenazado a los creyentes diciéndoles que si siguen creyendo en Dios serán detenidos y severamente castigados.
Informado por Jiang Tao