Tres colaboradores de una Iglesia doméstica fueron arrestados cuando celebraban una reunión religiosa; en el transcurso de la detención, los agentes de policía propinaron una paliza a dos de ellos.
El 14 de mayo de 2012, aproximadamente a las once de la mañana, el jefe de la comisaría local del condado de Yuechi, en Guang’an, Sichuan, llevó a varios agentes de policía vestidos de civiles a casa de Xu Xinqiang (pseudónimo) para detenerle por sus creencias. Como no estaba en casa, el jefe de la comisaría, lleno de rabia, arrancó la cruz que colgaba de la pared, la hizo añicos, los tiró contra el suelo y utilizó una cuchilla para raspar las marcas dejadas en la pared por la cruz.
Los agentes siguieron buscando a Xu Xinqiang y le encontraron junto a dos de sus correligionarios, Zhang Xiuhua y Wei Xianglin (ambos son pseudónimos), en casa de un cristiano cerca de allí. Después de saquear el lugar, el jefe de policía alzó la Biblia y otros escritos religiosos que habían encontrado durante el registro y dijo: “Aquí tengo la prueba. Ahora no hay escapatoria”. Condujeron a los tres creyentes a la comisaría para interrogarlos.
El agente de policía que interrogó a Xu Xinqiang le preguntó una y otra vez los nombres de los líderes de la iglesia, cuántos miembros tenía la congregación y dónde guardaba la Iglesia el dinero. Aproximadamente a las cuatro de la tarde, trasladaron a los tres detenidos a la Brigada de Seguridad Nacional del condado de Yuechi para someterles a nuevos interrogatorios, pero fue en vano. Una hora después les enviaron al centro de detención del condado de Yuechi.
Aproximadamente a las nueve de la mañana del 16 de mayo, dos agentes de policía llevaron a Xu al terraplén que hay en el exterior del centro de detención, le ordenaron quedarse quieto e intentaron sacarle información sobre las obligaciones de sus colaboradores Zhang Xiuhua y Wei Xianglin en la Iglesia, además de otras aclaraciones sobre la misma. Xu Xinqiang se negó a responder y uno de los agentes de policía, exasperado, le golpeó con fuerza en la espalda, las manos y las piernas con una vara de madera de 70 cm de largo, amenazándole con que seguiría pegándole hasta matarlo si no respondía a sus preguntas. Después de 15 minutos de golpes, Xu Xinqiang tenía heridas por toda la espalda, las manos y las piernas.
Wei Xianglin fue interrogado esa misma tarde. Los agentes le dieron una fuerte paliza durante 20 minutos porque se negaba a hablar. Pasó 15 días detenido, mientras que Zhang Xiuhua y Xu Xinqiang 12 días.
Un día de abril de 2013, el mismo jefe de la comisaría local y cuatro agentes vestidos de civiles ,volvieron a casa de Xu Xinqiang para interrogarle sobre su fe y advertirle de que no se le permitiría volver a creer en Dios nunca más.
Informado por Yao Zhangjin