Según documentos emitidos por algunos municipios de la provincia de Shanxi, el clero está sujeto a inspecciones anuales y sus movimientos están restringidos.
por Jiang Tao
Según el documento, titulado, Medidas para la gestión y supervisión del clero budista y taoísta, emitido por uno de los Gobiernos municipales de la provincia norteña de Shanxi a principios de este año, se les deben proporcionar a las autoridades los registros de empleo de todo el clero y deben someterse a inspecciones anuales.
El documento también exige el aumento de la supervisión diaria del clero en los templos budistas y taoístas aprobados por el Gobierno, incluyendo la concesión de permisos para realizar viajes. Si un miembro del clero quiere ausentarse por más de quince días, el permiso para poder hacerlo debe ser otorgado por las asociaciones budistas y taoístas aprobadas por el Gobierno, según corresponda. Si se descubriera que alguien se ausenta por más de seis meses sin permiso, sus certificaciones clericales serán revocadas.
Cada vez que un extranjero visite un templo para participar en una práctica espiritual o trabajar como voluntario, el mismo debe estar registrado en la agencia de seguridad pública local e informar el hecho al Departamento de Asuntos Religiosos.
Las disposiciones en el documento prohíben desempeñar un papel clerical primario en más de un templo sin antes haber presentado un registro ante el Departamento de Asuntos Religiosos de la provincia.
Mientras tanto, el PCCh también está implementando más restricciones al clero budista y taoísta que no posee certificación gubernamental.
Hacia fines de agosto, en la provincia central oriental de Jiangsu, una budista bien conocida en el área de la ciudad de Lianyungang, fue arrestada y trasladada en secreto a una pequeña sala para ser interrogada. Indignada por la agresividad demostrada por los oficiales durante su interrogatorio, se tragó la tapa de una botella de agua mineral. Rápidamente, comenzó a tener dificultades para respirar y lanzaba espuma por la boca. Fue llevada a un hospital y liberada al siguiente día.
Antes de este hecho, en el mes de abril, fue allanado el hogar de Zhao Rufen, de 80 años de edad, emplazado en la ciudad de Shihezi al norte de Sinkiang. La Sra. Zhao también es una conocida budista en su área, la cual ha establecido un templo en el pasado y tiene muchos discípulos.
La policía terminó confiscando textos budistas, estatuas de Buda y otros artículos valorados en más de 170 000 yuanes (o 24 000 dólares aproximadamente) de su hogar. Posteriormente, los hogares de 18 de sus discípulos también fueron allanados.