Las Iglesias de toda China se ven obligadas a cantar canciones en las que se alaba al Partido Comunista o, de lo contrario, a los creyentes se les prohibiría congregarse.
Según testigos presenciales, a principios de este año, agentes de policía irrumpieron en una iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Gobierno emplazada en la ciudad de Fuyáng, en el condado de Taihe, la provincia de Anhui, y le ordenaron al coro de la iglesia que cantara una canción «roja» alabando al Partido Comunista. Una miembro del coro de 72 años de edad se negó a cantar la misma. «Esta no es una canción en alabanza a Dios, por lo cual no sé cómo cantarla», afirmó. Un oficial de policía la empujó y le ordenó abandonar la iglesia.
Otra Iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Fuyáng, en el condado de Linquan, se vio obligada a agregar propaganda con contenido patriótico en sus sermones y a cantar canciones alabando al Partido Comunista.
En julio de este año, en la aldea de Longtan, en la ciudad de Sanmenxia situada en el centro de la provincia de Henán, los cuadros del Partido local irrumpieron en una iglesia de las Tres Autonomías, y les ordenaron a los creyentes que se colocaran frente a la bandera nacional y cantaran canciones “rojas”, o de lo contrario, la iglesia sería clausurada. Los oficiales se sentaron en la parte posterior, escuchando y vigilando a los creyentes; algunos de ellos tomaban fotos.
Durante el mismo mes, las autoridades de la ciudad de Puyang, en el distrito de Hualong, en la provincia de Henán, les exigieron a los miembros de la Iglesia de Xibaicang que cantaran canciones «rojas» y ensayaran bailes para darle la bienvenida a una inspección.
Un miembro de la congregación afirmó: «Los funcionarios amenazaron con clausurar la iglesia si no cantábamos canciones «rojas». Pero nunca los cantaremos, incluso si eso significa morir».
Los creyentes señalaron un mural que promovía los valores socialistas fundamentales y el mástil de una bandera situados en la entrada de la iglesia. «Todos estos son medios diferentes, con la ayuda de los cuales el PCCh está tomando el control de la Iglesia, paso a paso», afirmó uno de ellos. «Exigieron que la Iglesia también pagara por estas cosas – 2400 yuanes (casi 350 dólares) por la pancarta y el mástil de la bandera».
Incidentes similares ocurrieron en el norte de China. Durante este mes de julio, los miembros de una Iglesia cristiana emplazada en la ciudad de Tieling, en el subdistrito de Lingdong, de la provincia de Liaoning, se vieron obligados a cantar El socialismo es bueno, estrella roja centelleante y otras canciones “rojas” populares.
Según algunos informes, los Gobiernos locales de China les han exigido a las Iglesias de las Tres Autonomías realizar competencias de canciones patrióticas, y los lugares de culto de otras denominaciones, tales como los budistas, también se han visto obligados a interpretar «las canciones en alabanza al comunismo».
Monjes budistas se ven obligados a cantar canciones “rojas”:
Al mismo tiempo, los himnos de Canaán, ampliamente cantados por Iglesias cristianas en toda China, han sido prohibidos por las autoridades. Líderes de Iglesias emplazadas en Henán, Zhejiang y en provincias del noreste de China han informado sobre numerosos casos en los cuales funcionarios confiscaron himnos de Canaán presentes en hogares de creyentes o en iglesias, y los quemaron.
Las canciones «rojas» siempre han sido una forma de propaganda utilizada por el PCCh para promover su ideología, incluso en el extranjero. Una adaptación de la ópera Los guardias rojos en el lago Honghu de los tiempos de Mao Zedong, en la cual se cantan alabanzas a la historia sangrienta del PCCh, está programada para presentarse en Sídney y en Melbourne a principios de noviembre.
La próxima gira ha generado una fuerte oposición de los grupos chinos locales en Australia. En una carta abierta dirigida a Don Harwin, el Ministro de Artes de Nueva Gales del Sur, una de las organizaciones locales chinas, la Alianza para adoptar valores australianos (Embrace Australian Values Alliance), escribió: «La ópera representa una invasión silenciosa del Partido Comunista Chino en Australia conforme a la política del Frente Unido, con la intención de ganar influencias en el país».
Información de Jiang Tao