Una mujer miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso, originaria de la provincia de Hubei, fue arrestada en el mes de septiembre y murió casi un mes después. La familia de la fallecida sospecha que las autoridades hicieron algo indebido que pudo haber causado su muerte.
Luo Ruizhen (seudónimo) fue arrestada el 19 de septiembre en la ciudad de Wuhan, en Hubei. La señora Luo era miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT), uno de los movimientos religiosos más perseguidos en China.
Fue retenida en un centro de detención local, donde dos supervisores la monitoreaban las 24 horas del día. No fue sino hasta tres semanas más tarde que se le permitió hablar con su esposo por teléfono, quien había llamado al teléfono celular de uno de los supervisores de su esposa, y tener una breve conversación.
Dos días después, el comité del Partido de la villa le informó que su esposa se había suicidado colgándose. Cuando él y otros familiares acudieron rápidamente al comité del Partido, no se les dio ningún tipo de explicación en lo relacionado con su muerte. Los oficiales dijeron que como ella era una “criminal política”, nadie podía ayudarlos.
Al día siguiente, los familiares decidieron reagruparse y, esta vez, veinte de ellos se presentaron en la estación de policía local. Los oficiales de policía les dijeron que se había suicidado, pero su familia dijo que no era posible ya que estaba monitoreada las 24 horas del día. También exigieron hablar con los supervisores de la mujer en el centro, pero la policía los ignoró. Hasta la fecha, no han podido ponerse en contacto con los supervisores ni en persona ni por teléfono.
No obstante, la policía cedió ante la presión de la familia y accedió a llevarlos a la agencia funeraria donde se encontraba el cuerpo de la señora Luo. Sus familiares tomaron fotografías del cuerpo, pero cuando iban de salida la policía confiscó sus dispositivos y borró por la fuerza todas las fotos. También se les dijo que sus teléfonos celulares serían monitoreados durante un año a partir de ese momento.
Exactamente un mes después de su arresto, el 19 de octubre, el cuerpo de la señora Luo fue cremado. Cuando sus familiares llegaron al crematorio, les confiscaron sus teléfonos celulares y sólo se les permitió entrar a dos de ellos.
Los dos familiares que vieron su cuerpo reportaron haber visto marcas de lesiones en la frente y en el cuello, lo cual indicaba un ataque físico violento previo a la muerte. Cuando trataron de abrirle la boca para verle la lengua con el fin de confirmar el suicidio por ahorcamiento, no se les permitió hacerlo. Cuando dijeron que querían cambiarle la ropa, los oficiales se negaron y les ordenaron irse.
Después de que el cuerpo de la señora Luo fue preparado para el servicio funerario, los oficiales de policía lo sacaron. Sus familiares una vez más corrieron a verla, especialmente para verle la lengua. No obstante, los oficiales se lo impidieron. Al día siguiente, sus cenizas fueron enterradas, con oficiales vestidos de civil observando el proceso.
Los documentos correspondientes a la muerte de la señora Luo —es decir, el certificado de defunción, el certificado de cremación, el certificado de autopsia, así como su identificación— estaban en posesión de la policía aunque debieron haber sido entregado a su familia como un requisito legal.
Dado el comportamiento de las autoridades, la familia de la señora Luo sospecha que están ocultando la verdadera causa y condiciones de su muerte mientras se encontraba detenida. Todos los demás intentos que han llevado a cabo los familiares para descubrir lo que le ocurrió a la mujer han sido recibidos con amenazas por parte de la policía de arrestar a otros miembros de la IDT que haya en la familia.
Informado por Shen Xiang