Las protestas fueron violentamente reprimidas después de que el Gobierno del pueblo de Longgang, de la ciudad de Wenzhou, vendió de forma ilegal las tierras de cultivo de los habitantes de la villa a una compañía de gas natural. Durante las protestas resultantes, una persona fue golpeada a muerte, más de 20 personas fueron gravemente lesionadas y nueve fueron arrestadas y detenidas.
por Lin Yijiang
A fines del año pasado, sin consultar a los aldeanos que trabajan la tierra, el Gobierno del pueblo de Longgang en el condado de Cangnan, ciudad de Wenzhou, en la provincia oriental de Zhejiang, firmó en privado un acuerdo con una compañía de gas natural. Dieciocho mus (aproximadamente 3 acres) de las tierras contratada por los aldeanos en las villas de Zhangliang y Cenpu serían vendidas a la compañía para construir una estación de ductos de gas natural. No se tomaron medidas para compensar a los aldeanos por la expropiación de sus tierras.
La tierra en cuestión estaba protegida por la ley y no era elegible para el desarrollo industrial. El terreno fue designado por el Gobierno local y por el Departamento de Tierras y Recursos como un “Área Básica de Protección Permanente de Tierras de Cultivo”. Esta designación significa que no se permite ningún tipo de construcción en el terreno.
Además, la tierra de cultivo estaba localizada junto a un área densamente poblada. Una estación de gas natural en ese sitio representaría una seria amenaza a la vida y a la salud de los residentes locales.
Para facilitar la venta, las autoridades afirmaron falsamente que la tierra era un páramo y fue designada como tierra de construcción propiedad del Estado. Se hizo caso omiso de los derechos de los aldeanos y la seguridad pública.
El 8 de agosto de este año, la compañía de gas natural se preparó para comenzar la construcción. Anticipando que los habitantes de la villa intentarían detener el proyecto, el Gobierno del pueblo movilizó a más de 100 policías especiales y de 300 a 400 empleados de seguridad.
Video: Oficiales de policía llevaron perros policía para patrullar la villa.
Video: Oficiales de policía atacan a los habitantes de la villa que defendían sus derechos.
A pesar de la violenta represión, los habitantes de la villa no dejaron de defender sus tierras. Los residentes levantaron tiendas de campaña cerca de las tierras de cultivo y todos los días más de 300 aldeanos montaron guardia en su propiedad.
En respuesta, el Gobierno lanzó medidas brutales. A la una de la mañana del 19 de septiembre, el Gobierno del condado de Cangnan desplegó de 30 a 40 patrullas y rodeó la villa de Zhangliang. Los oficiales de policía derribaron puertas e irrumpieron en la casa de varios habitantes de la villa. Diecisiete personas fueron arrestadas.
Poco después de las 6 a.m., más de 500 policías y policías especiales entraron a la villa de Zhangliang, bloquearon todas las intersecciones de la villa y derribaron las tiendas que los lugareños habían levantado para proteger sus tierras de cultivo. Después de que un hombre de alrededor de 80 años intentó detener la demolición, fue golpeado brutalmente por cinco policías, causándole tres costillas rotas y un grave sangrado en la cabeza. La policía lo arrestó y lo mantuvo en un centro de detención. Otro aldeano de la tercera edad también sufrió fractura de costillas.
A lo largo de las siguientes dos semanas, casi 100 oficiales de policía llevaron a cuatro perros policía y patrullaron la villa de Zhangliang desde la mañana hasta el atardecer, todos los días, prohibiendo a los aldeanos obstruir el trabajo de construcción.
De mayo a agosto de este año, nueve habitantes de la villa fueron arrestados por la policía por tratar de defender sus derechos. Todos fueron sentenciados y arrestados por cuatro meses.
Después de recurrir a la violencia para sofocar la resistencia, las autoridades echaron mano de la coerción para tratar de legitimar su confiscación de las tierras después del hecho. A finales de octubre, el Gobierno exigió que cada uno de los habitantes de la villa firmara un consentimiento para la venta a través de plasmar su huella digital. Aquellos que no quisieron firmar fueron amenazados con ser arrestados. Una vez que los 700 aldeanos hubieran firmado de esta forma, el Gobierno podía afirmar que los residentes habían accedido a la construcción de la estación de gas natural.
Como un último intento por proteger su derecho a tener sus tierras de cultivo, los aldeanos enviaron una petición a las autoridades nacionales. Hasta la fecha no han recibido ninguna respuesta.