Los pacientes en China se ven obligados a registrar su estado religioso cada vez que solicitan atención médica, y también deben contestar una letanía de preguntas relacionadas con su vida privada.
El «Gran Hermano» se encuentra en todas partes en China, en todos los rincones de la sociedad, incluso en el consultorio de un doctor, donde los ciudadanos son investigados para saber si poseen creencias religiosas y para conocer otra información privada irrelevante para su salud física.
“¿Tiene creencias religiosas? ¿Cree en Buda, o cree en Jesús? ¿Cuántos hermanos y hermanas tiene? ¿Cuál es su nivel educativo? ¿Qué creencias religiosas tiene?”.
Esto no fue un interrogatorio policial, sino preguntas realizadas por un médico en una aldea que se encuentra bajo la administración de la ciudad de Baoji, en la provincia noroccidental de Shaanxi. Y tal y como respondió un aldeano: “Comprobar la existencia de enfermedades es comprobar la existencia de enfermedades. ¿De qué manera se relaciona eso con creer en Dios?”.
La Sra. Liu, procedente de la ciudad de Tongchuan, en la provincia de Shaanxi, enfrentó la misma confusión. En el mes de septiembre fue a ver a un doctor y también se le pidió que proporcionara información personal detallada, incluido su estado religioso. El doctor incluso le pidió esa misma información relacionada con sus hijos.
«Si a todos los pacientes se les hacen este tipo de preguntas, ¿dicho accionar no retrasará el hecho de que las personas reciban tratamiento?», preguntó la Sra. Liu, quien afirmó que se sintió como si la hubieran interrogado al igual que a una prisionera.
Los doctores también se sienten impotentes, tal y como un doctor le dijo a la Sra. Liu en respuesta a su pregunta, sus superiores los obligan a solicitar esta información, o de lo contrario podrían perder sus empleos.
“Actualmente, además de ser doctores, también prestamos servicios similares a los de la policía civil. Si no lo hacemos, perderemos nuestros empleos. No hay nada que podemos hacer. Tú estás molesto a causa de esta situación, nosotros también estamos extremadamente molestos», afirmó el doctor.
Pareciera ser parte del plan del Gobierno chino tendiente a estafar a los creyentes para que los mismos no reciban sus beneficios de seguro de salud.
«Tan pronto como se determina que un paciente cree en un xie jiao (enseñanzas heterodoxas), el hospital no le reintegra el dinero gastado en atención médica a pesar de contar con un seguro de salud público», afirmó una enfermera perteneciente al Segundo Hospital de Medicina Tradicional China de la ciudad de Baoji, en la provincia de Shaanxi.
Según varios infiltrados, situaciones similares prevalecen en hospitales de toda la provincia china norteña de Heilongjiang, provocando repulsión tanto en pacientes como en sus familiares.
En el mes de julio, el padre del Sr. Zhang fue enviado a la sala de emergencias del hospital debido a una lesión en un ojo. Justo cuando el Sr. Zhang se encontraba ocupado haciendo los arreglos para los servicios de hospitalización, una enfermera lo persiguió y le solicitó información personal sobre su padre, incluido su nivel de educación, si tenía alguna creencia religiosa, y demás preguntas por el estilo. El Sr. Zhang se sintió consternado por esto, creyendo que al hacerlo, el hospital estaba retrasando el tratamiento de su padre. Pero la enfermera dijo que esto era un reglamento del hospital que había estado en vigencia desde el año anterior.
Para empeorar aún más las cosas, debido a esta regulación gubernamental, algunos cristianos han retrasado sus tratamientos debido a que temen ser arrestados.
En el año 2013, la Sra. Xiao se fracturó el brazo izquierdo en un accidente automovilístico y se le colocó una abrazadera de hierro en el mismo para fijarlo en su lugar. La abrazadera de hierro podría haber sido removida luego de dos años, pero la Sra. Xiao, temiendo ser interrogada sobre su fe, no acudió al médico para que se la quitaran, a pesar de que se siente preocupada por las posibles complicaciones médicas o por convertirse en una persona discapacitada. Por otra parte, ha sido arrestada anteriormente por compartir la palabra de Dios.
Tal y como afirmó el predicador de una Iglesia doméstica, eliminar los lugares de reunión, prohibir congregaciones y arrestar a los cristianos, son solo algunas de las formas mediante las cuales el Gobierno demuestra el poder que tiene sobre los creyentes. Pero ante los ojos del «Gran Hermano», los medios de erradicación lenta que permiten que los cristianos sobrevivan son los que realmente exacerban la represión y la persecución.
(Todos los nombres son pseudónimos.)
Información de Yao Zhangjin