En el marco de un plan nacional de sinización, que, en realidad, no es más que una tapadera para cometer desmanes, las autoridades chinas obligaron a una Iglesia a eliminar un mandamiento de la ley fundamental del judaísmo y el cristianismo.
Autoridades del condado de Luoning, provincia de Henán, ordenaron a una Iglesia del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías, aprobada por el Gobierno, que eliminara uno de los Diez Mandamientos, transformándolos así en los “Nueve Mandamientos”.
Según los miembros de la Iglesia, el pasado 1 de noviembre, cerca de 30 funcionarios del “equipo patrullero de inspección” central para la supervisión religiosa y de la ciudad de Luoyang y el Departamento de Obras del Frente Unido del condado de Luoning, se presentaron en la iglesia de la aldea de Dongcun para hacer una inspección. Un funcionario revisó la iglesia a fondo, se detuvo frente al púlpito y señaló uno de los Diez Mandamientos que podían leerse en la pared. “Esto debe ser eliminado”, dijo. Tan pronto lo dijo, los funcionarios del Gobierno borraron el mandamiento.
El mandamiento reza: “No tendrás dioses ajenos delante de mí.”
En la Biblia, los Diez Mandamientos son las primeras leyes importantes que Dios, a través de Moisés, introdujo en la nación judía. Fueron parte esencial de la Ley de Moisés (también conocida como Ley Mosaica), que se convirtió en la ley sagrada del pueblo judío desde la antigüedad hasta la actualidad. También sentaron las bases de la moralidad cristiana y fueron la inspiración para los códigos legales originales en muchas naciones cristianas.
El líder de la Iglesia y los creyentes se opusieron con vehemencia a la eliminación del mandamiento de la ley principal de Dios. Un creyente dijo: “Esto no es correcto. ¡Están falseando las palabras de Dios! ¡Es una afrenta al Señor!”.
Un agente del “equipo patrullero de inspección” lo reprendió. “Xi Jinping se opone a esta afirmación. ¿Quién se atreve a desafiarlo? Si alguien no está de acuerdo, está contra el país”. El funcionario también advirtió a los creyentes: “Esta es una política nacional. Deben comprenderlo claramente. No atenten contra el Gobierno”.
Los creyentes retiraron el cartel con los Diez Mandamientos ese día debido a la presión ejercida por las autoridades. Los funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido del condado tomaron una foto e informaron del incidente a sus superiores.
Este intento de controlar y cambiar la fe de la Iglesia aprobada por el Estado es apenas el último ejemplo de una guerra en marcha contra el cristianismo fiel bajo el estandarte de la sinización.
Un miembro de la Iglesia recordó que “en agosto, el Gobierno desmanteló por la fuerza la cruz de la iglesia. Ahora, los Diez Mandamientos se han convertido en los ‘Nueve Mandamientos’. En China, profesar la fe es algo complicado”. Otro se quejó: “Intentan corromper nuestra fe y hacernos traicionar a Dios”.
A medida que las autoridades promueven la “sinización del cristianismo”, someten a los cristianos de China a ataques y controles cada vez más severos. La doctrina cristiana pura también se está “erosionando” gradualmente. Como ya informara Bitter Winter, el Estado ha prohibido vender la Biblia, ha introducido una nueva versión de la Biblia revisada por el Partido Comunista Chino (PCCh) y ha exigido que se enseñen los “principales valores socialistas” como doctrina en todas las Iglesias. Estas medidas, en marcha desde principios de 2018, están socavando la fe tradicional y la doctrina del cristianismo.
Voice of America ha informado que, en los últimos años, los líderes del PCCh dejaron cada vez más claro que todos los credos religiosos deben estar subordinados a los del Partido. En otras palabras, los ciudadanos deben adorar primero al Partido Comunista y, luego, a su Dios.
Informado por Jiang Tao