Con reminiscencias de la Revolución Cultural, China moviliza a ciudadanos espías, los cuales deben actuar como vigilantes para «mantener el orden público» y suprimir la religión.
Hoy en día pueden ser vistos en casi todas las regiones de China grandes grupos de ciudadanos, leales al partido y que actúan como informantes y ejecutores a nivel local. Los mismos son fácilmente reconocibles por el brazalete rojo que utilizan de manera prominente. Los denominados «brazaletes rojos», que movilizaron masas y cuadros para patrullar e inspeccionar, se han convertido en el instrumento que utiliza el Partido Comunista Chino (PCCh) para vigilar a la comunidad, especialmente a los disidentes y a los creyentes religiosos.
La aparición de estos ciudadanos leales que imponen un código moral y disciplinario a sus conciudadanos recuerda mucho a movimientos sociales chinos pertenecientes a épocas pasadas, tales como la Experiencia Fengqiao o el Levantamiento de los Bóxers.
Las autoridades chinas han revivido recientemente la Experiencia Fengqiao, un método propio de la era Mao en el que se utilizaban grupos masivos de ciudadanos para monitorear y reformar, mediante reeducación, revisión y rendición de cuentas, a aquellos que eran catalogados como «enemigos de clase», bajo el pretexto de mantener el orden público.
Otro antecedente histórico fue el Levantamiento de los Bóxers de principios de siglo (1899-1901). Los Bóxers (literalmente, los «puños de la armonía y la justicia») eran una sociedad secreta china que lideró la rebelión contra el colonialismo y el cristianismo. El comentarista político Wen Zhao ve un hilo común entre ambos: «Lo que los Bóxers y la Experiencia Fengqiao tienen en común es que ambas son formas de violencia masiva manipuladas por los que están en el poder para cometer actos abusivos en nombre de la verdad y la gloria».
¿Quiénes, entonces, son los objetivos de este último movimiento de masas contra los «enemigos» del PCCh? En una copia de un plan de gobierno comunitario a la que Bitter Winter tuvo acceso, se enumeraban varios grupos objetivo, tales como hogares a ser o que han sido reubicados, gente religiosa, Sinkiang o grupos relacionados con el Tíbet, y peticionarios. El documento ordena vigilar constantemente a estos grupos y «fortalecer las investigaciones relacionadas con aldeas y personas clave».
Un miembro de los brazaletes rojos perteneciente a una comunidad local le dijo a nuestro reportero que recibió instrucciones de denunciar actos diferentes a un comportamiento criminal común. Como miembro de dicho movimiento, tenía que hacerles preguntas detalladas a los residentes sobre las creencias religiosas de sus familiares, las personas que visitan sus hogares y la cantidad de tiempo que los visitantes han permanecido con ellos. Se le aconsejó investigar todo tipo de asuntos, ya fueran importantes o no, para averiguar todo lo que pudiera. La población temporal y los sitios religiosos son los principales objetivos de sus investigaciones.
La movilización de ciudadanos encargados de hacer cumplir las normas puede ser vista en todas partes. Durante el año pasado, en la Zona Económica del Aeropuerto de la ciudad de Jieyang, en la provincia de Guangdong se reclutó a un grupo compuesto por más de 3000 «brazaletes rojos».
Los mismos también pueden ser vistos en cualquier tipo de comunidad de cada provincia. En diciembre de 2017, más de 530 mensajeros de Meituan (Meituan es el servicio local de pedidos y entrega de alimentos en línea similar a Uber Eats) en el distrito de Wenjiang de Chengdu, la capital de la provincia suroccidental de Sichuan, comenzaron a usar brazaletes rojos. También instalaron la aplicación «Red de policías de Wenjiang» en sus teléfonos móviles, conectándose directamente con el aparato de vigilancia estatal. Mientras entregan alimentos, estos repartidores actúan como oficiales de inteligencia y oficiales de información del gobierno. Tan pronto como descubren cualquier «señal adversa», toman fotos y las suben a la aplicación para notificar a la policía.
El Gobierno de Wenjiang está promoviendo el desarrollo de brazaletes rojos en todos los sectores. Las autoridades les han pedido a los agentes de policía de la comunidad y a los administradores de la red que contraten personal de seguridad y de limpieza de centros comerciales, tiendas, estacionamientos y otros lugares públicos. Los mismos deben ser organizados como «activistas» de seguridad, formando un sistema de brazaletes rojos para prevención y gobierno de masas.
Las iglesias y los sitios de reunión religiosos, en particular, han sentido la pesada mano de los brazaletes rojos. Por ejemplo, en el mes de mayo, funcionarios del Departamento de Asuntos Religiosos del condado de Huaiyang, en la provincia central de Henán, se dirigieron a una iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Gobierno para realizar una inspección. Los funcionarios les ordenaron a varios empleados que usaban brazaletes rojos que vigilaran la iglesia. Se les pidió que vigilaran el contenido del sermón del predicador para asegurarse de que se mantuviera dentro de los parámetros prescritos por el Gobierno. También debieron hacer cumplir la regulación que ordena que los creyentes tienen prohibido usar una vestimenta especial para participar de actividades religiosas y que a las bandas de las iglesias no se les permite llevar a cabo presentaciones. A los brazaletes rojos se les ordenó fotografiar y subir fotos en tiempo real de las actividades llevadas a cabo en la iglesia. Los creyentes afirman que en la actualidad, miembros del movimiento de brazaletes rojos acuden con frecuencia a su iglesia de las Tres Autonomías para monitorearlos y realizar inspecciones.
Una creyente perteneciente a una Iglesia de las Tres Autonomías emplazada en Sinkiang denunció una situación similar. La misma afirma que se han instalado cámaras de vigilancia de alta definición en su iglesia, y que a las personas que usan brazaletes rojos se las puede ver regularmente vigilando el lugar.
Los brazaletes rojos también actúan como informantes de la policía. En el mes de septiembre, policías del Departamento de Seguridad Pública de la Municipalidad de Changzhou, en la provincia de Jiangsu, irrumpieron en el hogar de una mujer miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Un oficial le mostró a la creyente fotos espontáneas que le habían tomado y afirmó que habían estado vigilándola durante mucho tiempo. Posteriormente, la cristiana recordó que había visto a un hombre con un brazalete rojo merodeando cerca de su casa durante largos períodos de tiempo antes de ser arrestada.
Otro ejemplo de la persecución religiosa llevada a cabo por los brazaletes rojos ocurrió lejos del edificio de una Iglesia. El 28 de abril, la escuela privada de la Iglesia de Panshi emplazada en la ciudad de Zhengzhou, en la provincia de Henán, realizó una excursión de primavera. Los maestros de la escuela llevaron a los niños a un parque y cantaron canciones en las que alababan a Dios. Inesperadamente, brazaletes rojos de la oficina del subdistrito residencial los descubrieron, exigieron hablar con su líder y les ordenaron que se retiraran del lugar inmediatamente. Si se negaban, llamarían a la policía.
Un cristiano perteneciente a una Iglesia doméstica les dijo a los reporteros con impotencia: “Cada vez que celebramos una reunión, debemos tratar de evitar ser descubiertos por los brazaletes rojos. Cuando cantamos himnos, o hablamos entre nosotros, no nos atrevemos a hacerlo en voz alta porque los brazaletes rojos están en todas partes. Se dice que los brazaletes rojos existen para mantener el orden público, pero la gente sabe que los delincuentes no son el único objetivo del llamado ‘mantenimiento de la estabilidad’ del Gobierno. De hecho, el objetivo principal es vigilar a personas religiosas, disidentes y personas ‘sensibles’ que defienden sus derechos”.
Algunos comentaristas han observado que ante la declinación de la economía china, los métodos tradicionales para mantener la estabilidad social son cada vez más caros. De ahí, el renovado interés por las estrategias utilizadas en la era Mao que involucran a la gente común.
La naturaleza de reducción de costos de estos métodos es consistente con la línea del Partido procedente de la corriente principal de medios chinos en relación con los brazaletes rojos. Los ejemplos de su propaganda incluyen: «Respaldar problemas, no respaldar personas, reemplazar subsidios con concesiones” y “Hallar un atajo para aliviar la insuficiencia de la fuerza policial de manera efectiva”. Fengqiao y los brazaletes rojos parecen ser una excelente forma de contar con una policía estatal a bajo costo.
Información de Lin Yijiang