Surgieron dudas sobre la autenticidad de un documento que publicamos y cómo funciona Bitter Winter, pero no hemos sido contactados, y nuestra carta que enviamos a ChinaSource fue ignorada.
por Massimo Introvigne
Leo ChinaSource regularmente y a menudo he citado sus artículos, cuya calidad respeto. Sin embargo, esto no significa que siempre esté de acuerdo con su enfoque. Parece que los mismos intentaran mantenerse en contacto tanto con la Iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Partido Comunista Chino (PCCh) como con las Iglesias domésticas independientes. He conocido a muchas personas en conferencias internacionales y en China que comparten este enfoque. Los mismos creen que el diálogo puede llevar a que el PCCh suavice su postura sobre la religión independiente. Me temo que lograr esto es tan sencillo como persuadir a un caníbal para que se vuelva vegetariano, pero sinceramente les deseo buena suerte. Después de todo, también lo he intentado, y sigo visitando y hablando de libertad religiosa en países no democráticos donde algunos intentan convencerme de que estoy perdiendo el tiempo.
ChinaSource también distingue entre grupos religiosos «ortodoxos» y «sectas», algo que la mayoría de los académicos especializados en nuevos movimientos religiosos, y ciertamente aquellos relacionados con CESNUR, la organización matriz de Bitter Winter, han dedicado sus vidas y carreras a insistir que no debe hacerse. «Secta» es una etiqueta controvertida más que científica, y la secta a la que pertenece una persona es la religión de otra. Por otra parte, cuando se trata de derechos humanos, las creencias extrañas y marginales tienen los mismos derechos de ser profesadas, compartidas y publicitadas que los credos o las religiones principales. Esta es también la interpretación constante que hacen tanto las Naciones Unidas como los tribunales internacionales del artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Como cristiano (a menos que consideren que por ser católico, no soy realmente cristiano), siempre creí que uno de los principales escándalos del cristianismo en China es que muchos aplauden la persecución llevada a cabo por el PCCh contra grupos que consideran “sectas herejes” que roban a sus seguidores. No se puede justificar la persecución y la tortura de aquellos que no te simpatizan o que consideras como rivales, ni cooperar voluntariamente en la difusión de noticias falsas sobre los mismos, o al menos eso es lo que me enseñó la Declaración sobre la libertad religiosa (1965) del Concilio Vaticano II. También tuve el privilegio de desempeñarme como Representante de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, de la cual Estados Unidos también es un estado participante) para combatir el racismo, la xenofobia, la intolerancia y la discriminación contra cristianos y miembros de otras religiones. Siempre les dije a los cristianos que estaba allí para expresar sus reclamos, pero que serían mucho más creíbles si a su vez no daban malos ejemplos de intolerancia y discriminación contra algunos grupos que etiquetaban como «sectas».
El 28 de diciembre, ChinaSource publicó un ataque contra Bitter Winter, ocasionado por la publicación de una entrevista que realizamos con un oficial de policía de Dalian, quien denunció que actualmente las estaciones de policía de la ciudad también son evaluadas según la cantidad de personas de fe que detienen, mostrándole a nuestro reportero una foto del documento que lo probaba. Plantearon dudas sobre la autenticidad del documento ya que nuestra fotografía no incluía el sello oficial, criticaron los informes de otros medios de comunicación que citaron nuestro artículo, describieron la política como nacional en lugar de local y declararon a Bitter Winter como una fuente poco confiable en general y, en cierto modo, empática con la «hereje» Iglesia de Dios Todopoderoso. Yo mismo le escribí una respuesta cortés a ChinaSource, pero los mismos no acusaron recibo de esta, lo que en mi experiencia no es una buena señal.
En mi carácter de académico, he aprendido a tomar en serio todas las críticas. No obstante, el artículo de ChinaSource es innecesariamente malévolo y se basa en malentendidos que podrían haberse aclarado si se hubieran contactado con Bitter Winter, tal y como lo hacen muchos otros.
Existen tres puntos de crítica principales en el artículo. El primero es que “China se ve involucrada por los dichos de un policía, en una ciudad, en una provincia” y que, a pesar de que la entrevista de Bitter Winter fue publicada en octubre, otros medios de comunicación la citaron en diciembre. No obstante, esta no es una crítica de Bitter Winter. Hemos publicado cientos de artículos y no podemos controlar cómo los utilizan otros medios. Nuestro artículo atribuyó la afirmación de que el plan había sido distribuido a “todas las estaciones de policía de la ciudad” (de Dalian, lo cual es diferente a China en su totalidad) al “oficial de policía” entrevistado.
En segundo lugar, ChinaSource cuestiona la autenticidad del documento cuya fotografía ilustra el artículo. “Todos los documentos oficiales del gobierno en China tienen el mismo aspecto”, escriben, “con el nombre del documento escrito en caracteres rojos en la parte superior, y un corte rojo (sello) con el nombre de la oficina o agencia gubernamental emisora en la parte inferior. En China, ¡nada es oficial a menos que tenga un sello rojo!”. En consecuencia, “si el encabezado y el sello son excluidos, indicaría que los mismos no se encuentran en el documento. En otras palabras, si realmente estuvieran en el documento, ¿por qué recortar las características de autenticación del mismo?”. Esto podría parecerle sorprendente a un lector casual, pero no a los que están más familiarizados con las prácticas de la policía china. En primer lugar, ¿recortamos, en algunas ocasiones, partes de los documentos que publicamos? La respuesta es sí. Lo que recortamos incluye estampillas u otros elementos que dejarían al descubierto de qué oficina o estación de policía local se filtró el documento, facilitándole a la policía la tarea de identificar y arrestar a nuestros reporteros y a aquellos que cooperan con los mismos. Lo siento, ChinaSource, pero dado que nuestros reporteros siguen siendo arrestados, tomamos todas las precauciones relacionadas con la seguridad muy en serio.
En segundo lugar, el documento que reproducimos fue enviado por una Brigada de Seguridad Nacional de un distrito de la ciudad de Dalian a cada estación de policía que se hallaba bajo la jurisdicción de dicho distrito. Al menos una estación lo envió al teléfono móvil de cada oficial de policía. Nuestro reportero tomó una foto de la pantalla del teléfono móvil del oficial entrevistado.
En tercer lugar, no todos los documentos internos del PCCh llevan un sello, ya que algunos son notificaciones internas o son utilizados en conferencias, etc., y estos documentos no necesariamente tienen un sello. Un “plan de evaluación” como el que describió el oficial de policía en cuestión es un ejemplo de un documento que no necesariamente posee un sello. ChinaSource puede afirmar que sin un sello los documentos no son “oficiales”, no obstante, aunque no posean un sello los mismos pueden ser obligatorios e implementados.
En cuarto lugar, con el debido respeto, la receta de “buscar el sello rojo” es un poco ingenua. Como académico especializado en esoterismo, entre otras cosas, he escrito sobre varios documentos falsificados (entre los que se incluyen los mencionados por Dan Brown en El Código Da Vinci). Es típico de los documentos falsificados tener todos los sellos y estampillas en orden. Los mismos son muy fáciles de imitar, más aún gracias a las técnicas electrónicas contemporáneas.
La tercera crítica emitida por ChinaSource es la más interesante, ya que responde a la pregunta de por qué decidieron atacarnos en primer lugar. La autora del artículo, la Sra. Joann Pittman, escribe que: “He investigado bastante ese sitio [Bitter Winter] y parece tener conexiones, o al menos simpatizar con la secta del Relámpago Oriental/Dios Todopoderoso de China. Como consecuencia de ello, tiendo a abordar sus historias con una buena dosis de precaución”. Desde el punto de vista de un académico especializado en nuevos movimientos religiosos, esta es una afirmación absurda. La misma revela dos cosas. Primero, aquí existe una dosis liberal del habitual prejuicio contra las sectas, según el cual un periodista que (supuestamente) simpatiza con una “secta» debería ser menos confiable que, digamos, uno que asiste los domingos a la Iglesia Bautista o Metodista local.
En segundo lugar, es posible que la Sra. Pittman haya realizado “una buena cantidad de investigaciones” sobre Bitter Winter, pero dejó de lado lo esencial, que Bitter Winter es operado por el CESNUR, Centro de Estudios sobre Nuevas Religiones, siendo el mismo la más antigua (ya que fue fundada en el año 1988) y mayor red internacional de académicos especializados en nuevos movimientos religiosos, editado por el abajo firmante en su función de editor en jefe. Un rápido vistazo a la Web, o incluso a Wikipedia, le habrían aclarado que tanto yo como el director a cargo, Marco Respinti, somos católicos activos y poseemos una extensa carrera en universidades, medios e instituciones católicas. También le habría dejado en claro que soy un académico especializado en nuevos movimientos religiosos mundialmente reconocido, y que, tal y como les sucedió a otros académicos distinguidos en el mismo campo, me han acusado de estar “conectado” o de ser un “defensor de sectas” por haber escrito o editado una buena cantidad de libros de texto relacionados con diferentes movimientos, entre los que se incluyen los Mormones, los Testigos de Jehová, la Iglesia de la Unificación, la Cienciología, los Hermanos de Plymouth e incluso el Satanismo (de los dos últimos grupos he escrito libros de texto estándar en inglés, publicados respectivamente por las editoriales Oxford University Press y Brill). Mi próximo libro por publicarse será sobre la Iglesia de Dios Todopoderoso, y el mismo estará basado en cientos de entrevistas que me han concedido miembros de dicha Iglesia, así como también policías comprometidos en suprimir dicho movimiento en China, quienes a su vez me presentaron a exmiembros “reeducados”. Al ser una publicación operada por CESNUR y editada por mí, Bitter Winter obviamente les presta especial atención a los nuevos movimientos religiosos en China (de hecho, esto formaba parte de nuestra declaración de propósitos original) y, como se mencionó anteriormente, no creemos que los miembros de estos movimientos sean creyentes de segunda clase ni que sus derechos humanos sean menos importantes que los de los budistas o los católicos. Por otra parte, les dedicamos la misma atención a los cristianos y a los no cristianos, entre los que se incluyen los uigures.
Siempre me parecieron bastante graciosas las acusaciones que afirmaban que era “miembro” o “estaba conectado” con cada movimiento religioso sobre el que escribí un libro o una serie de artículos (y he escrito setenta libros y varios cientos de artículos). Hablando con mayor seriedad, esto revela una falta de comprensión fundamental del enfoque de los sociólogos religiosos, el cual es, por definición, carente de juicios, no teológico, libre de críticas y que trata de comprender, tanto como sea posible, el punto de vista del movimiento estudiado. En este sentido, ser acusado de ser un “miembro” de cada grupo sobre el que he escrito es simplemente un reconocimiento de que he aplicado el método sociológico de manera correcta.
El argumento de la Sra. Pittman fue repetido por un teólogo que expresó su opinión en Patheos utilizando el seudónimo de Jackson Wu (吴荣). Este es un artículo interesante, y en una parte señala que “Bitter Winter se muestra más empática con el Relámpago Oriental (EL, por sus siglas en inglés) [otra denominación utilizada para la Iglesia de Dios Todopoderoso] que con otras organizaciones. Cuando digo ‘empatizar’, no insinúo que apoyen la teología del Relámpago Oriental, sino que quieren que el Gobierno no trate a dicho movimiento de forma abusiva, etc.”. Quizás el profesor Wu no volvió a leer esta oración en particular antes de publicar el artículo. Estoy seguro de que todos estamos de acuerdo en que no queremos que el Gobierno chino trate a ningún grupo religioso o ciudadano “de manera abusiva”, y que el artículo de Wu no fue escrito como una disculpa por los abusos cometidos.
También se nos acusa de “confundir las órdenes oficiales sobre cómo lidiar con el movimiento Relámpago Oriental en comparación con cómo la policía debe tratar a las Iglesias cristianas. Incluso si no fuera así, dar a conocer la forma en que la policía trata a dicho movimiento no debería confundirse con la persecución llevada a cabo por el gobierno contra las iglesias”. Pero ésta es precisamente una confusión que no entra en discusión. Yo y otras personas relacionadas con Bitter Winter dedicamos un tiempo considerable, tanto en nuestros escritos académicos como populares, para explicarles a aquellos que no lo saben, el tratamiento legal diferente que China les da a los grupos incluidos en la lista de xie jiao, entre los que se incluye la Iglesia de Dios Todopoderoso, y a Iglesias domésticas no incluidas en la lista de xie jiao. Regresamos a esta distinción una y otra vez, y estamos de acuerdo con el profesor Wu, en que la misma es un asunto de gran importancia. No obstante, podemos sacar conclusiones diferentes de ello. Al no estar interesados en defender una teología o religión en detrimento de otra, tenemos en cuenta el hecho de que los grupos enumerados como xie jiao son perseguidos de manera más severa, basados en una situación legal diferente, y lo tomamos como un razón más que valedera para considerarlos como un caso de emergencia humanitaria más apremiante, particularmente cuando se trata de solicitudes de asilo en el extranjero.
La Sra. Pittman y quizás el profesor Wu todavía puedan objetar que no les gustan las “sectas” o los xie jiao porque cometen delitos. Todos sabemos que esto no es del todo cierto. A los cristianos como la Sra. Pittman no les gustan las “sectas» porque las mismas aparecen y a menudo convierten a los miembros de sus Iglesias. Siempre me pregunto por qué es tan difícil para algunos cristianos aceptar que las convenciones internacionales incluyan como parte de la libertad religiosa la libertad de proselitismo, y que los cristianos hayan practicado el “robo de fieles” contra otras religiones durante siglos.
En cuanto a los delitos, al menos que me confundan con el típico académico especializado en nuevos movimientos religiosos que considera que todas las formas de religión son benignas, he propuesto la categoría de «movimientos religiosos criminales», la cual intenté explicar a las autoridades chinas mediante una conferencia que di en un seminario coorganizado en Hong Kong con la asociación China Anti-Xie-jiao, y al cual asistieron altos funcionarios de la Oficina 610, la cual posteriormente devino en un artículo. Si un grupo es o no un «movimiento religioso criminal» es una cuestión de hecho. En artículos escritos tanto por mí como de manera conjunta con otros distinguidos académicos especializados en temas religiosos, he desacreditado acusaciones esgrimidas contra la Iglesia de Dios Todopoderoso, en particular las relacionadas con el asesinato cometido en un restaurante McDonald’s emplazado en Zhaoyuan en el año 2014, y he demostrado que las mismas eran noticias falsas difundidas por la propaganda china, eso lo hice basándome en documentos que me han facilitado o que han publicado las propias autoridades chinas. Tampoco creo que la Iglesia de Dios Todopoderoso haya secuestrado a pastores cristianos y a laicos, y he explicado el porqué de dicha afirmación.
ChinaSource puede estar segura de que Bitter Winter continuará defendiendo la libertad religiosa y los derechos humanos de todos los creyentes (y no creyentes) existentes en China, independientemente de su teología, y exponiendo a aquellos que voluntariamente cooperen con la persecución, la tortura y las campañas de noticias falsificadas llevadas a cabo por el PCCh y sus secuaces. Estoy seguro de que aquellos que realmente creen en la libertad religiosa aplaudirán este accionar y lo considerarán una labor sumamente digna.
Actualización (3 de enero de 2018): el autor ha recibido una respuesta en su correo privado de parte de la Sra. Pittman, donde indica que no quiso faltarle el respeto a nuestro trabajo. A su vez, a pesar de que una crítica pública hizo necesario proporcionar una respuesta pública ante las importantes cuestiones planteadas por la Sra. Pittman, nos complace continuar el diálogo con ChinaSource ya que nos damos cuenta de que los mismos también operan en condiciones difíciles y respetamos la calidad de sus textos.