Fuentes: Radio Free Asia
China planea endurecer las normas para los extranjeros que practican su religión en China, violando aún más la libertad religiosa y de reunión, reporta Radio Free Asia.
La regulación actual, entrada en vigor en 1991, prohíbe a los ciudadanos chinos asistir a reuniones organizadas por grupos religiosos extranjeros y les prohíbe también a dichas organizaciones utilizar instalaciones que no hayan sido autorizadas para fines religiosos. Los extranjeros, si no cuentan con el permiso del Estado, no pueden predicar, enseñar o preparar a equipos de religiosos y creyentes chinos, ni pueden producir o vender objetos y recursos religiosos, incluyendo libros.
La Administración Estatal de Asuntos Religiosos comenzó a hacer consultas esta semana para endurecer aún más estas normas, enfocándose en “actividades religiosas colectivas” de más de 50 personas, organizadas y frecuentadas por extranjeros. El juicio contra un pastor protestante en la provincia sudoccidental de Guizhou, acusado de “revelar intencionalmente secretos de Estado”, sirvió como pretexto para organizar las consultas sobre normas más estrictas.