Cuando el Estado afirma que la pobreza ya no existe, ¿qué hace con los pobres? Los esconde, guarda y mantiene fuera de la vista.
En el año 2015, en la Quinta Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh), Xi Jinping prometió que para el año 2020, “China sacaría de la pobreza a su población rural empobrecida según los estándares actuales, eliminaría la pobreza de los condados afectados por la misma y reduciría la pobreza regional total”. Ahora que se acerca la fecha límite, las autoridades locales están luchando para cumplir con los niveles de pobreza establecidos por Pekín. Las personas pobres, a menudo de edad avanzada, padecen enormemente al ser “ayudadas”, muchas veces expulsadas de sus hogares y amenazadas con represalias si no desaparecen de las estadísticas gubernamentales de pobreza.
En respuesta a la política del Gobierno central, la provincia china central de Henán dio inicio a su batalla contra la pobreza tendiente a «rehabilitar» los 53 condados afectados por la misma, y lograr una reducción general de la pobreza para el año 2019. Según los estándares gubernamentales emitidos en el año 2012, un condado es designado como afectado por la pobreza cuando el ingreso anual per cápita es inferior a 2300 yuanes (aproximadamente 328 dólares).
En junio de 2018, el Grupo Líder para la Reducción de la Pobreza de Henán declaró en su Notificación sobre el Lanzamiento de la Operación de Reducción Certera de la Pobreza con “Asistencia de la Asociación Escolar Local” que: “las tareas de reducción de la pobreza de nuestra provincia ya han pasado de la fase de avance integral a la fase de ataque general centralizado. La tarea de lograr rápidamente el objetivo general de reducción de la pobreza para el año 2020 es ardua y el tiempo se está acabando».
¿En qué consiste esa «fase de ataque general»? La Sra. Zhang, una mujer de 80 años procedente del área rural de Henán, lo descubrió recientemente cuando se encontró en una situación sumamente difícil.
En noviembre de 2018, miembros del personal de la Oficina de Reducción de la Pobreza de la ciudad de Shangqiu, en la provincia de Henán, se presentaron en el hogar de la Sra. Zhang. Los funcionarios le dijeron que inspectores procedentes de oficinas gubernamentales superiores pronto irían a verla, y que probablemente le preguntarían cuál era su ingreso. Se le exigió decirles a los inspectores que su ingreso era de 9800 yuanes (aproximadamente 1400 dólares) por año, debido a que «siempre y cuando se alcance esta cifra, su tarea de reducción de la pobreza estará cumplida».
En otras palabras, los funcionarios del Gobierno local le dijeron que le mintiera al Estado.
La Sra. Zhang tenía algunas dudas: «Tengo 80 años. ¿Cómo podría contar con un ingreso anual tan alto? ¿No sería poco creíble?».
Miembros del personal gubernamental le dijeron que, si no respondía a la pregunta tal y como se le había indicado, su pensión mensual de 200 yuanes (aproximadamente 28,5 dólares) sería revocada.
La anciana tenía tanto miedo de decir algo incorrecto y que su pensión fuera revocada que se escondió en la casa de su hijo. No obstante, miembros del personal de la Oficina de Reducción de la Pobreza se presentaron una vez más en su hogar y la amenazaron, diciendo: «Aunque logre eludir esta inspección, no podrá eludir las visitas no anunciadas que llevarán a cabo funcionarios pertenecientes a los más altos niveles del Gobierno».
La Sra. Zhang se sentía constantemente atemorizada pensando que dichos funcionarios podrían presentarse en su hogar de manera inesperada para realizar una investigación, y que ella no sería capaz de responder acertadamente sus preguntas, hecho que les acarrearía problemas tanto a ella como a su hijo.
La «reducción de la pobreza» debería ser algo bueno. No obstante, las personas de edad avanzada que residen en el condado de Huaiyang, en la provincia de Henán, el cual se encuentra enumerado en la lista de regiones afectadas por la pobreza, han sido acosadas a causa de la política de «reducción de la pobreza».
Una de las causas de su sufrimiento es la nueva política de «comer juntos, vivir juntos, y compartir un hogar». En las zonas rurales, muchas personas de edad avanzada viven solas, lejos de sus hijos, en casas en estado ruinoso y con un ingreso muy bajo. Como consecuencia de ello, las mismas han sido identificadas como gente empobrecida y, por lo tanto, se han convertido en un obstáculo para completar la misión gubernamental de “reducción de la pobreza”. Para poder solucionar el problema, las autoridades han instituido la política de obligar a los hijos a llevar a sus padres a vivir con ellos para que los ingresos combinados del hogar repentinamente sean suficientes para «sacar a los ancianos pobres de la pobreza». Y así sucede la magia ¡no más personas pobres!
El Sr. Fang, un aldeano de 78 años, experimentó esta estrategia mágica de eliminación de la pobreza. El mismo le dijo a Bitter Winter que, en agosto de 2018, miembros del personal gubernamental exigieron que él y su esposa fueran a vivir al hogar de su hijo. El Sr. Fang les dijo a los empleados gubernamentales que su hijo trabajaba en otra región, por lo que no era posible que vivieran con él. No obstante, los mismos no hicieron concesiones al respecto.
Dos días después, exigieron que el Sr. Fang les diera el número de teléfono de su hijo diciéndole: «Dígale a su hijo que venga a recogerlo. Aunque no se vaya con él, sellaremos la puerta de su hogar hoy mismo y tendrá que buscar un nuevo sitio a dónde vivir”. Los funcionarios sellaron la puerta, tomaron fotos y luego se marcharon.
Múltiples hogares de personas de edad avanzada empobrecidas han sido sellados por las autoridades.
El Sr. Fang y su esposa, quienes observaron impotentes cómo su propio hogar era sellado, dijeron llorando: «Nos están dejando en un callejón sin salida. Tenemos un hogar, pero no se nos permite permanecer en el mismo. No tenemos a dónde ir por la noche”.
Al borde de la desesperación, la pareja de ancianos no tuvo más remedio que hacer un hueco en la pared de su hogar y gatear a través del mismo para poder ingresar a dormir allí. Se levantaron antes del amanecer, y en secreto prepararon una comida frugal. Luego de terminar de comer, salieron a toda prisa por el hueco, temiendo ser descubiertos por los funcionarios de la aldea.
En una historia similar, la Sra. Li, otra aldeana de 79 años, también fue testigo de cómo las autoridades sellaban por la fuerza su hogar, exigiéndole que se fuera a vivir con su hijo.
«Me quedé en la casa de mi hijo por una noche. No pude dormir en toda la noche», afirmó llorando la Sra. Li. “Sin poder hablar previamente sobre el asunto con mi nuera, los funcionarios me obligaron a quedarme en su casa. Si ella no me permite quedarme allí, ¿dónde viviré?»
Reticente a vivir con la familia de su hijo, la Sra. Li hizo un hueco en la pared de la casa donde solía vivir y, todas las noches, en secreto, iba a dormir allí. La misma era consciente de que esa no era una solución a largo plazo.
Al tener que soportar una vida llena de ansiedad en sus propios hogares, estas personas mayores se han hundido en la miseria. Luego de que funcionarios de la aldea lo obligaron a mudarse, un aldeano de 70 años, el Sr. Huang, se sintió tan aterrado que llegó al punto de ser «incapaz de comer o dormir», repitiendo sin cesar: «Algunas personas han venido a arrestarme. Algunas personas han venido a arrestarme ”.
Un infiltrado en el Gobierno afirmó: “Huaiyang ha sido designado por el Estado como un condado afectado por la pobreza y debe lograr reducirla este año, de lo contrario, el secretario del Partido en el condado y el alcalde del condado serán castigados. Si las personas de edad avanzada y los hogares que reciben las ‘Cinco Garantías’ [una prestación social dirigida a hogares de bajos ingresos] son contabilizados cuando se calcule el ingreso per cápita, el estándar de reducción de la pobreza nunca podrá ser alcanzado. Si las personas mayores comparten un hogar con sus hijos y sus ingresos son vinculados entre sí, el estándar de reducción de la pobreza podrá ser alcanzado».
Un residente local comentó: «Los funcionarios de mayor jerarquía [a nivel provincial y estatal] establecen las políticas, y los subordinados hallan formas de hacerlas cumplir».
Según aldeanos locales, para incentivar la estrategia de reducción de la pobreza mediante la reubicación de personas mayores, carteles con el lema “Es honorable mostrar respeto filial hacia los ancianos, es vergonzoso abandonarlos», han sido publicados por todo el condado. El Gobierno no permite que las personas de edad avanzada vivan solas. Luego de que una persona mayor es obligada a vivir con sus hijos, en la casa sellada de la persona en cuestión se colocan carteles que dicen «Casa peligrosa en proceso de renovación», o «Esta casa está deshabitada».
Consigna “Es honorable mostrar respeto filial hacia los ancianos, es vergonzoso abandonarlos», que es publicada para apoyar la implementación de la política de reducción de la pobreza.
Dicha política de reducción de la pobreza no es exclusiva del condado de Huaiyang, ya que en varias regiones de China se han puesto en marcha políticas desesperadas tendientes a reducir la pobreza.
Debido a ello, los ciudadanos de edad avanzada se ven obligados a abandonar sus hogares y a correr a los brazos de sus hijos para «reducir la pobreza», a modo de tecnicismo. No obstante, otros chinos de edad avanzada están siendo expulsados de sus hogares y enviados a residencias de ancianos. ¿De qué manera una residencia de ancianos puede reducir la pobreza?
Las «Cinco Garantías», mencionadas anteriormente, forman parte de un sistema de seguridad social implementado en las áreas rurales de China. Los beneficiarios de estos subsidios son aldeanos de edad avanzada, personas discapacitadas o imposibilitadas de trabajar, o aquellos que carecen de los medios para ganarse la vida. Los mismos pueden sobrevivir con estos ínfimos subsidios, pero no pueden salir de la pobreza.
No obstante, según una peculiaridad de las regulaciones, los «hogares con derecho a las cinco garantías» que reciben apoyo «centralizado» (como el brindado por los asilos de ancianos) no son categorizados como hogares empobrecidos. Por otro lado, los “hogares con derecho a las cinco garantías” que reciben apoyo descentralizado (en los propios hogares o en otras situaciones) pueden ser clasificados como hogares empobrecidos si sus ingresos son bajos (lo cual generalmente sucede), a fin de calificar para obtener el subsidio. Por lo tanto, sacar a los miembros de estos «hogares con derecho a las cinco garantías» de residencias privadas, y obligarlos a ingresar a residencias de ancianos y a otras instituciones para que reciban apoyo centralizado se ha convertido en otra solución para poder «reducir la pobreza».
Por ejemplo, en julio del año pasado, se le exigió a una aldea del condado de Huaiyang que se asegurara de que ocho personas recibieran “apoyo centralizado en residencias de ancianos”. Si dicha orden no era cumplida, el secretario del Partido en la aldea debería asumir la responsabilidad total por dicho incumplimiento.
El Sr. Li, un aldeano que se convirtió en uno de los objetivos del Gobierno, dijo: «No iré. Tengo un hogar. La esposa de mi sobrino está dispuesta a recibirme”.
Los funcionarios del Gobierno de la aldea lo amenazaron, diciendo: «Aunque haya personas que le provean un hogar, de todas formas, usted deberá ir a un asilo de ancianos». El mismo día, la casa del Sr. Li fue sellada por la fuerza.
En el mes de agosto, funcionarios gubernamentales le ordenaron a miembros del personal que quemaran el corral de ovejas de la casa del Sr. Li y dispusieron la venta de las mismas, forzándolo a irse a vivir a una residencia de ancianos.
Por extraño que parezca, las personas como el Sr. Li que han podido mudarse a hogares de ancianos, a menudo, son los afortunados. Para aquellos que todavía están cavando huecos en secreto y regresando a sus hogares para vivir allí, sus días están contados, ya que es muy probable que los mismos sean considerados «edificios en ruinas» y posteriormente demolidos.
Según fuentes, a fines de diciembre de 2018, algunas aldeas del condado de Huaiyang celebraron una «reunión de movilización», durante la cual se declaró que, debido a que el condado debía erradicar la pobreza para marzo de 2019, las casas en ruinas debían ser demolidas en un período de tiempo limitado. Los que desobedecieran o se resistieran a cumplir esta orden, serían arrestados. Si un municipio dejara sin demoler más de tres casas en estado ruinoso, el secretario y el alcalde del mismo serían despedidos de su cargo.
Muchos observadores del modo de vida y del Gobierno chinos no se sorprendieron ante las ridículas iniciativas implementadas por los funcionarios para poder reducir la pobreza. En el año 2015, un profesor especializado en negocios de la Universidad de Carolina del Sur en Aiken, Frank Tian Xie, escribió en un artículo: “¿Puede el PCCh reducir la pobreza de 70 millones de personas? La respuesta, por supuesto, es no. Lo que el PCCh está haciendo en la actualidad es, por ejemplo, obligar a los líderes de los Gobiernos locales a redactar una garantía en la que se comprometen a realizar el trabajo y, si no se logra el objetivo de reducción de la pobreza, su cabeza será colocada en el cadalso. […] Es previsible que la consecuencia más directa de esta política sea que estos funcionarios se vean involucrados en fraudes, ya que utilizarán todo tipo de métodos para participar en fraudes en todos los niveles del gobierno. Por lo tanto, el resultado será que, además de una nueva ronda de cifras falsas relacionadas con la economía de China, también surgirán constantemente nuevas falsificaciones relacionadas con la política y la reducción de la pobreza».
(Todos los nombres de las personas que relataron sus historias son seudónimos).
Información de Gu Xi