Nueve influentes organizaciones de derechos humanos y libertad religiosa enviaron una carta al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pidiéndole que intervenga en el caso de Demei Zou, la líder de un nuevo movimiento religioso cristiano, la Iglesia de Dios Todopoderoso, en cuatro provincias chinas, la cual está detenida en Detroit, Michigan. Bitter Winter informó ayer que corre el riesgo de ser inmediatamente deportada a China donde podría ser ejecutada.
La hermana Demei Zou es buscada en China como una de los líderes de un movimiento religioso prohibido y está acusada con falsos cargos de espionaje y cooperación en la venta de secretos militares a otros países, lo cual puede conducirla a la pena de muerte en China.
Temiendo por su vida, Demei Zou dejó China e ingresó a los Estados Unidos con un pasaporte falso y sin ningún otro documento de identificación. Por ello, las autoridades estadounidenses concluyeron que no hay evidencia de que ella sea realmente Demei Zou, a pesar de que tres testigos, incluyendo dos miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso, a los que se les ha concedido asilo en los Estados Unidos, testificaron que ella era realmente quien sostenía ser.
En la carta al presidente Trump, los firmantes ponen en evidencia lo paradójico de la situación cuando los Estados Unidos —participantes activos en una encomiable campaña para hacer respetar los derechos humanos y la libertad religiosa en China— ahora tiene intención de enviar a una cristiana china, perseguida por su fe, a morir.
Texto completo de la carta al presidente de los Estados Unidos.