El sonido de su canto transmitía la inquebrantable voluntad de los cristianos chinos de continuar adorando al Señor, a pesar de la represión del PCCh.
El enfrentamiento entre los cristianos de una iglesia de las Tres Autonomías y el Gobierno del condado de Fan, bajo la administración de la ciudad de Puyang, en la provincia central de Henán, duró hasta pasadas las 3 de la madrugada del 20 de septiembre de 2018. La controversia estaba relacionada con la cruz de la iglesia, la cual el Partido Comunista Chino (PCCh) había ordenado que fuera desmantelada.
Pero los creyentes no tenían las de ganar, especialmente luego de que otras iglesias locales ya habían sido despojadas de sus cruces.
Alrededor de las 5 de la tarde del 19 de septiembre, personal de varios departamentos —entre los que se incluían el Comité de Asuntos Étnicos y Religiosos de la ciudad de Puyang y la Agencia de Asuntos Religiosos del condado de Fan— se presentaron en la iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la aldea de Luji del municipio de Luji. Los mismos estaba acompañados por dos enormes grúas y dos trabajadores contratados para remover la cruz de la iglesia debido a que la misma no poseía una escritura de propiedad, y el diseñador responsable de su construcción no poseía un certificado de evaluación requerido por el Estado.
Al enterarse de que el Gobierno iba a desmantelar la cruz, los creyentes se sintieron extremadamente enfadados e inmediatamente intentaron negociar con el personal gubernamental, sin éxito. Debido a ello, a pesar de que era tarde en la noche, los cristianos se apresuraron a reunirse en la calle situada frente a la iglesia para impedir la demolición.
«Obedecemos al régimen en todos los aspectos, pero no podemos permitir que se retire la cruz», afirmó un creyente.
Pero el jefe del municipio simplemente respondió diciendo que eliminar las cruces de las iglesias era una política nacional y que si no la eliminaba, sería despedido de su puesto.
No obstante, los creyentes permanecieron en su lugar, protegiendo la cruz. Finalmente, al ver que no podían persuadirlos, el Gobierno del municipio los amenazó diciendo: «Si continúan impidiendo la remoción de la cruz, confiscaremos la iglesia».
Los mismos no tuvieron más remedio que ceder.
«Esta es una evidencia basada en hechos de los abusos contra los derechos humanos y la persecución religiosa llevados a cabo por el PCCh», afirmó un miembro de la congregación. «En China, creer en Dios se está volviendo cada vez más difícil».
La cruz de una iglesia emplazada en la aldea de Luji del municipio de Luji, en el condado de Fan, fue desmantelada. Los creyentes cantaban canciones como una manera de expresar sus sentimientos:
A pesar de que sus corazones estaban llenos de pena a causa de la destrucción llevada a cabo por el Gobierno, cantaron juntos un himno, que decía: «Caminamos juntos por este camino, tomados de la mano en este camino, compartimos la angustia en este camino, nunca podremos volver atrás en este camino…”. Muchos de los creyentes sollozaban sin cesar y escurrían continuamente las lágrimas de sus ojos.
A las 4:25 de la mañana, la cruz fue desmantelada del techo de la iglesia.
“La cruz de la iglesia ha desaparecido, pero la misma permanece en nuestros corazones. Dios habita en nuestros corazones”, afirmó uno de los miembros de la iglesia.
Informado por Xin Lu