Un sacerdote de Hebei que instó al PCCh a detener a un obispo (clandestino) fue suspendido por su diócesis con la aprobación de la Santa Sede.
Massimo Introvigne
La interpretación del acuerdo entre el Vaticano y China del año 2018 no parece estar nada clara. Bitter Winter ha informado en varias ocasiones que, para el Partido Comunista Chino (PCCh), según el acuerdo, los sacerdotes y obispos de la Iglesia Católica Clandestina deberían simplemente unirse a la Iglesia Católica Patriótica, que está controlada por el Gobierno. Como reportamos previamente, el Vaticano ha denunciado esta interpretación como inaceptable.
Un exsacerdote clandestino de la diócesis de Xuanhua (Hebei), Francis Zhang Li, fue un paso más allá. Según informó AsiaNews, no solo se unió a la Iglesia Patriótica, sino que además, molesto porque su obispo clandestino, monseñor Augustine Cui Tai, se negase a unirse a la Asociación Patriótica y supuestamente hubiese criticado al gobierno, decidió denunciarlo ante el PCCh y pidió que lo detuviesen. También organizó un grupo de unos 100 laicos y sacerdotes críticos con Cui Tai.
Los detalles de la historia trascienden la política: supuestamente el obispo habría criticado al sacerdote por “inventar milagros” y predicar con un estilo polémico, similar al de la Iglesia Pentecostal. Debido a las acciones del sacerdote, el obispo fue detenido en diciembre de 2018 y mantenido bajo custodia durante 15 días.
El sacerdote Zhang Li afirmó que, negándose a incorporarse a la Iglesia Patriótica, el obispo estaba desobedeciendo al PCCh y al Papa, ya que este último había bendecido el acuerdo de 2018. Si esperaba ser aplaudido y recompensado por el Vaticano, estaba, sin embargo, equivocado. El obispo Cui Tai lo suspendió el 23 de diciembre y reiteró la suspensión el 3 de marzo. El obispo afirmó haber actuado con aprobación de la Santa Sede.
El padre Bernardo Cervellera, editor de AsiaNews, señaló en un artículo aparte que las discrepancias sobre el acuerdo de 2018 se han vuelto intolerables. El presidente chino, Xi Jinping, tiene previsto visitar Italia a finales de marzo, aunque la confirmación definitiva se hará pública en los próximos días. Hay rumores de que se reunirá con el Papa. De producirse el encuentro, concluye Cervellera, debería aprovecharse para aclarar de una vez por todas cómo debe interpretarse el acuerdo.