Henán es una provincia china con una amplia población cristiana. En 2018, sufrió la más severa de las persecuciones religiosas realizadas por el Partido Comunista de China: iglesias embargadas, cruces removidas, prohibición a menores de asistir a la iglesia (estos eventos se han convertido en algo común).
Recientemente, fuentes informadas dijeron a Bitter Winter que, el 20 de abril de 2018, autoridades locales destruyeron la cruz de la Iglesia Bo’ai, una iglesia cristiana ubicada en Wangyoufang, municipio de Huangkou, en la ciudad de Yongcheng, provincia de Henán.
Hacia las 10 a.m., oficiales del gobierno municipal de Huangkou y del gobierno de la ciudad de Yongcheng vinieron a la Iglesia Bo’ai para supervisar la remoción de la cruz. Sin el permiso del director de la iglesia, los trabajadores del gobierno indicaron al operador de una grúa que quitara la barra horizontal de la cruz, dejando solo el poste para que sirviera como pararrayos. Más tarde, entraron al edificio y destrozaron la señal de la cruz.
El encargado de la iglesia preguntó a los empleados del gobierno: “¿Qué tiene de malo creer en Dios? ¿Por qué no tenemos permitido creer en Dios?”. Uno de los empleados respondió con dureza, “no tiene nada de malo, de hecho, simplemente no se les permite creer en Dios o acudir a reuniones. Si tienen una fe tan grande en Jesús, ¿por qué no tienen fe en el Partido Comunista? Demoler su iglesia y reprimir al Cristianismo es la intención del Comité Central.
Un trabajador del gobierno municipal reveló: “El gobierno municipal no escatima en gastos con tal de reprimir las creencias religiosas. Gastó cerca de 30 000 yuanes en remover la cruz de la Iglesia Bo’ai”.
La Iglesia Bo’ai, construida en junio de 2014, se enorgullece de poseer un área aproximada de 4000 metros cuadrados y era considerada por el gobierno local como la iglesia más grande de una aldea en Asia. Después de la destrucción de la cruz, la Iglesia Bo’ai dejó de acoger reuniones religiosas.
Información de Jiang Tao