Otra iglesia protestante aprobada por el Gobierno emplazada en Henán fue víctima de la persecución religiosa llevada a cabo por las autoridades: la misma fue reducida a escombros en poco más de diez minutos.
Tang Feng
Como parte de su dura represión contra el cristianismo, el Partido Comunista Chino (PCCh) no solo está prohibiendo y destruyendo las llamadas iglesias domésticas, siendo las mismas, lugares de culto que no han sido aprobados por las autoridades: incluso la Iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Estado no escapa a este destino. Desde principios del 2018, numerosas iglesias de las Tres Autonomías emplazadas por toda China han sido clausuradas, reutilizadas o demolidas por la fuerza. La provincia china central de Henán es una de las regiones donde la persecución ha sido más severa.
La construcción de la iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el poblado de Xianglushan del condado de Yiyang, bajo la jurisdicción de la ciudad de Luoyang, en la provincia de Henán, fue financiada por creyentes. La misma cubría un área de aproximadamente 200 metros cuadrados y podía albergar a más de 100 personas.
En la tarde del 14 de marzo de 2019, aproximadamente 100 funcionarios gubernamentales y oficiales de policía, liderados por el secretario del poblado de Xianglushan, llegaron a la iglesia y ordenaron su demolición forzosa alegando que «violaba leyes de construcción».
“El lote de propiedad de la iglesia ha existido por más de 30 años, y la iglesia posee un certificado de propiedad. Nadie nunca ha dicho que haya violado leyes de construcción», afirmó el director de la iglesia, mientras, intentando salvarla, discutía vigorosamente con los funcionarios gubernamentales en el lugar de la demolición.
«Esta es tierra del Estado, todo le pertenece al Partido Comunista. ¡No pueden desobedecer al liderazgo del Partido Comunista!”, afirmó de manera ruda e irrazonable el secretario del poblado. El mismo también les dijo a los miembros de la congregación que se hallaban reunidos que la demolición forzosa era una operación conjunta de seguridad pública liderada por el Gobierno del condado de Yiyang, así como también por la Agencia Estatal de Gestión de Tierras, y por la Agencia de Planificación del condado, añadiendo que la demolición era imperativa, y nadie podía detenerla.
Protestando contra la demolición e intentando proteger a la iglesia, los creyentes se reunieron en el interior de la misma. Cuando el secretario del poblado vio que los creyentes lo estaban desobedeciendo, se puso furioso y ordenó a la policía que los sacara de la iglesia. Los oficiales inmediatamente ingresaron al lugar, persiguieron y sacaron por la fuerza a los creyentes. Fue una escena caótica.
Las autoridades demolían una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el poblado de Xianglushan, mientras los creyentes lloraban angustiados:
Posteriormente, funcionarios gubernamentales le ordenaron al operario que manejaba una gran excavadora que comenzara la demolición. En cuestión de poco más de diez minutos, la iglesia se derrumbó, dejando un montón de ruinas a su paso. Al día siguiente, los escombros fueron completamente arrasados, sin dejar rastros de la iglesia.
Los creyentes reunidos en el sitio denunciaron la brutalidad del PCCh: “En la actualidad, el Partido Comunista no respeta la ley ni el orden. ¡Son realmente detestables!».