Iglesia Católica Clandestina

Hasta el año 2018, dicha denominación designaba a la Iglesia Católica en China, leal al Vaticano, la cual incluía a aquellos católicos que se habían negado a unirse a la Asociación Patriótica Católica China controlada por el Gobierno. Sus obispos, sacerdotes y laicos fueron perseguidos durante décadas, y la Iglesia Católica Clandestina existió precariamente en el mercado gris. El acuerdo entre el Vaticano y China del 2018 exige la fusión gradual de la Iglesia Católica Clandestina en la Asociación Patriótica Católica, creando una única Iglesia China, cuyos obispos serán seleccionados conjuntamente por el PCCh y el Vaticano, y designados por el Papa. Tras la firma del acuerdo, el Vaticano afirmó que la Iglesia Clandestina como tal ya no existía, a pesar de que las directrices del Vaticano para el año 2019 les permiten a los objetores de conciencia católicos permanecer fuera de la Asociación Patriótica por razones de conciencia.