Un informe de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos municipal detalla los logros alcanzados en la represión de creyentes y describe nuevas medidas represivas aún más rigurosas.
Zhou Hua
Bitter Winter ha accedido al Informe Resumido de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos de Shuangyashan sobre el Trabajo Religioso llevado a cabo en el año 2018, en el que se detallan las actividades represivas llevadas a cabo el año pasado, implementadas en la ciudad situada en la provincia nororiental de Heilongjiang. El informe también prevé propuestas de control religioso más estrictas para el año 2019.
Principales objetivos: iglesias domésticas y lugares religiosos afiliados al extranjero
Según el documento, de 135 lugares de actividad religiosa emplazados en la ciudad –125 protestantes, dos católicos y ocho budistas– 128 fueron reprimidos el año pasado. Las iglesias domésticas, los budistas tibetanos y las actividades religiosas afiliadas al extranjero fueron los principales objetivos de la represión.
La Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos de la ciudad de Shuangyashan, en colaboración con la Agencia de Seguridad Pública, la Agencia de Seguridad del Estado y otros departamentos gubernamentales de la ciudad, clausuraron por la fuerza tres iglesias domésticas afiliadas a Corea del Sur: la Iglesia de Fuguang (福光教會), la Iglesia de Panshi (磐石教會) y la Iglesia de Yuanlin (園林教會).
Para asegurarse de que los menores no participen en actividades religiosas, se investigaron “escuelas dominicales así como también todo tipo de reuniones, programas de capacitación y campamentos de verano organizados por grupos religiosos afiliados al extranjero” en la ciudad, y se desarrollaron e implementaron “medidas de conversión” para los estudiantes que participan en clases de capacitación en inglés impartidas en iglesias.
Las Iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Gobierno también ha sido sometida a un control más estricto de lo habitual. Algunos creyentes de la misma han informado que, aparte del requisito de publicar los nuevos Reglamentos sobre Asuntos Religiosos e izar la bandera nacional en las iglesias, las autoridades también han efectuado inspecciones de libros: todas las Biblias, libros de himnos y grabaciones no aprobadas por el Gobierno fueron confiscados de los lugares de culto.
Un predicador de la Iglesia de las Tres Autonomías le dijo a Bitter Winter que debido a que se negó a izar la bandera nacional en su iglesia, la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos local lo presionó exigiéndole que organizara a los creyentes para cantar «canciones rojas», tales como “El Este es Rojo” y “Sin el Partido Comunista, no habría una Nueva China”, amenazándolo con clausurar la iglesia si no implementaba dicha orden; funcionarios realizaron inspecciones aleatorias a intervalos irregulares para asegurarse de que los creyentes conocieran las canciones lo suficientemente bien como para cantarlas al unísono. Poco después, la Agencia envió a un estudiante de un seminario dirigido por el Gobierno para que predicara sermones sobre el tema «cómo obedecer a los que están en el poder».
Red de amplia difusión: órdenes para recopilar información detallada
Según el informe, en mayo de 2018, se llevó a cabo una investigación exhaustiva sobre la situación religiosa en Shuangyashan, centrándose en el formato y el patrón de las actividades religiosas, así como también en la cantidad de creyentes que asisten a lugares de reunión cristianos de carácter privado. La investigación también incluyó tareas de visita a los vecinos de los lugares de actividad religiosa y a las comunidades locales, tales como los comités de las aldeas, para informarse sobre ellos «desde una vista lateral». Se estableció una base de datos de lugares religiosos con el fin de actualizar la información de manera constante.
En cuanto a los lugares de reunión pertenecientes a la Iglesia Católica Clandestina, las autoridades han exigido que se lleve a cabo una investigación a fondo de los responsables de los mismos, los horarios de las actividades, la cantidad de creyentes, la propiedad de los edificios en los que se encuentran ubicados los lugares de culto y si existe algún tipo de «infiltración extranjera».
Se exigió la recopilación de datos similares para todos los lugares religiosos budistas, incluidos los budistas tibetanos. También se solicitó la recopilación de información sobre las estatuas budistas situadas al aire libre y sobre las personas relacionadas con ellas en la zona.
Las autoridades también ordenaron una investigación en profundidad sobre la información religiosa «ilegal» en línea y el seguimiento de todas las actividades religiosas en línea.
Planes para intensificar la persecución religiosa en el año 2019
El informe sobre el trabajo religioso también especifica las actividades para el año 2019: los funcionarios de la ciudad «deben determinar nuevas tendencias y desarrollos en el trabajo religioso», eliminar rápidamente los «lugares donde se lleven a cabo actividades ilegales» recientemente descubiertos (principalmente iglesias domésticas), controlar estrictamente la aprobación de los lugares religiosos, y «asegurarse de que no aparezcan nuevas estatuas religiosas situadas al aire libre en ninguna parte de la ciudad».
El plan prevé poner bajo vigilancia a todos los miembros clave de las congregaciones luego de que sus lugares de culto hayan sido clausurados, e identificar todas las posibles vías de infiltración de religiones extranjeras.
El documento exige utilizar iglesias aprobadas por el Gobierno y “grupos religiosos patrióticos”, tales como la Asociación Patriótica Católica China para ampliar los canales de comunicación con las iglesias católicas clandestinas y así «extender los tentáculos de la orientación sobre los asuntos religiosos» e intensificar los esfuerzos «para instruir a las iglesias clandestinas y unirse a ellas», con el objetivo de colocarlas gradualmente bajo el control nacional.