El clero y los administradores de las iglesias protestantes administradas por el Estado son evaluados en función de su patriotismo y de su adhesión a los lineamientos del PCCh. Los que fallan son despedidos.
por Tang Zhe
En el mes de mayo, en Xinyu, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia suroriental de Jiangxi, los predicadores pertenecientes a la Iglesia de las Tres Autonomías recibieron del Gobierno materiales propagandísticos que promovían el «espíritu revolucionario de Mao Zedong». A los mismos se les dijo que primero debían copiar los textos a mano y luego escribir lo que habían aprendido de ellos. Los predicadores también recibieron instrucciones de integrar dicha propaganda en sus sermones.
Según uno de los predicadores, el funcionario que distribuyó los materiales les dijo que «los cristianos deben unirse al Partido Comunista y ser gobernados por él». El predicador añadió que la presión ejercida sobre el clero de la Iglesia de las Tres Autonomías para que estudien maoísmo se intensificó en octubre del año pasado. Funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés) a menudo visitaban las iglesias para verificar su progreso, y los lugares cuyos predicadores no estudiaban lo suficiente eran clausurados.
«El Gobierno afirma que hay libertad de creencia religiosa, pero en realidad, el mismo manipula y conspira, exigiendo erigir la bandera nacional o estudiar las doctrinas del Partido Comunista», afirmó un diácono de una iglesia de las Tres Autonomías local. «La oposición del Gobierno hacia Dios es más severa que durante la Revolución Cultural».
Desde la puesta en marcha de la política de «sinización» religiosa del presidente Xi Jinping, el PCCh ha estado reprimiendo lugares de culto, demoliendo cruces y otros símbolos religiosos, promoviendo los «cuatro requisitos» en los lugares religiosos y formando predicadores «rojos». El Gobierno incluso quiere escribir sus versiones de la Biblia y el Corán.
El 27 de diciembre de 2019, el UFWD de Zhuji, una ciudad a nivel de condado administrada por la ciudad a nivel de prefectura de Shaoxing, en la provincia oriental de Zhejiang, emitió un documento en el que exigía evaluar a los directores de lugares religiosos, con el objetivo de formar y capacitar a un equipo «políticamente confiable».
Según el formulario de evaluación anexado al documento, los directores son evaluados teniendo en cuenta su «amor por el país», su «apoyo al liderazgo del PCCh y al sistema socialista de China» y por «salvaguardar la unidad de la patria y la nación, así como también la estabilidad social.» Los criterios de evaluación también estipulan que los extranjeros que deseen participar en actividades religiosas en lugares de culto deben solicitar permiso siguiendo las regulaciones y que los líderes de los lugares religiosos deben resistir resueltamente la «infiltración religiosa extranjera«. Los directores pueden ser despedidos si se descubre a extranjeros no aprobados por el Estado o a miembros del clero que no cumplen con los requisitos estipulados por el Gobierno predicando o efectuando trabajo misionero en sus lugares. También pueden ser despedidos si sus lugares de culto abren un nuevo sitio o realizan actividades religiosas sin aprobación previa.
Una gran cantidad de predicadores de la Iglesia de las Tres Autonomías han sido despedidos por no ser «suficientemente patrióticos». En octubre del año pasado, el director de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Baotou de la Región Autónoma de Mongolia Interior, fue despedido por el UFWD local por «negarse a izar la bandera nacional y promover los ‘cuatro requisitos'». La iglesia quedó a cargo de administración pro-PCCh.
«La bandera nacional representa a un régimen, no a China, lo que significa que el Partido Comunista somete a las iglesias a su gobierno», afirmó el director.
A fines de julio de 2019, un predicador y el director de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el condado de Funing de la ciudad de Yancheng, en la provincia oriental de Jiangsu, fueron despedidos por «no conservar la unidad con el Partido y el Gobierno» por haberse negado a quitar la cruz de la iglesia. Además de eso, tres miembros de la iglesia fueron detenidos durante cinco a diez días bajo el cargo de «obstruir los deberes de los funcionarios» por haber intentado evitar la remoción forzosa de la cruz.