El Gobierno quiere asegurarse de que todas las personas de fe existentes en China acepten su liderazgo ideológico. Los que desobedecen son sancionados.
por Jiang Tao
El 22 de junio, el Departamento de Estado de Estados Unidos designó a cuatro medios de comunicación chinos que operan en Estados Unidos como «misiones extranjeras», en lugar de medios de comunicación. La Televisión Central de China, el Servicio de Noticias de China, el Diario del Pueblo y el Global Times fueron añadidos a la lista conformada por otras cinco organizaciones de medios de comunicación que habían sido designadas como «misiones extranjeras» en el mes de febrero.
«Estas nueve entidades cumplen con la definición de misión extranjera en virtud de la Ley de Misiones Extranjeras, lo que significa que son ‘sustancialmente propiedad o están efectivamente controladas’ por un Gobierno extranjero», afirma un comunicado de prensa del Departamento de Estado. «En este caso, están efectivamente controladas por el Gobierno de la República Popular China».
En uno de sus discursos, el presidente Xi Jinping comentó que «los medios de comunicación administrados por el Partido y el Estado son frentes de publicidad para el Partido y el Estado y deben tener al Partido como patronímico. Toda la labor de los medios de noticias y de opinión pública del Partido debe manifestar la voluntad del Partido, reflejar su postura, mantener la autoridad del Comité Central del Partido y salvaguardar la unidad, el amor, el apoyo y el servicio al Partido».
En respuesta al llamamiento del líder, todos los lugares de culto administrados por el Estado deben suscribirse a los portavoces del Partido Comunista Chino (PCCh), como por ejemplo el Diario del Pueblo, siendo el mismo el periódico oficial del Comité Central. Todas esas publicaciones deben ser exhibidas en lugares visibles para que sean leídas por los miembros de la congregación.
El pasado mes de diciembre, algunos lugares de culto administrados por el Estado emplazados en Shenhou, un poblado administrado por la ciudad de Yuzhou en la provincia central de Henán, recibieron un documento titulado Aviso sobre los documentos y periódicos del Partido que ingresarán en los lugares religiosos en el año 2020. “Los documentos y periódicos del Partido son portavoces del Partido y del pueblo, y herramientas clave de la opinión pública que propagan las teorías, directrices y políticas del Partido», señala el documento. El mismo exige que «todos los lugares religiosos promuevan los documentos y periódicos del Partido» y se suscriban al Diario del Pueblo, al Periódico Qiushi y a otras publicaciones para cumplir con una cuota establecida.
Numerosos lugares de culto emplazados en otras provincias recibieron órdenes similares.
El director de una iglesia administrada por el Estado emplazada en Zhuji, una ciudad a nivel de condado de la provincia oriental de Zhejiang, le dijo a Bitter Winter que, el pasado mes de octubre, los miembros de un equipo de inspección provincial exigieron saber si su iglesia poseía ejemplares del Diario del Pueblo y libros sobre Xi Jinping. «Los mismos tomaron fotos de libros y periódicos existentes», afirmó el director. Para evitar que la iglesia fuera clausurada, la congregación colocó carteles propagandísticos en su interior y ahora frecuentemente esconden las Biblias y otras publicaciones religiosas antes de las inspecciones.
Según un informe del Departamento de Trabajo del Frente Unido, publicado en su sitio web el 2 de diciembre, una gran cantidad de lugares de actividad religiosa emplazados en la provincia suroriental de Jiangxi establecieron salas de lectura «para acoger documentos y periódicos del Partido».
Algunos Gobiernos locales de la provincia de Zhejiang ya habían introducido publicaciones del PCCh en los lugares religiosos en el año 2016. Un informe elaborado por el Gobierno en el año 2014 afirma que numerosas mezquitas emplazadas en cuatro aldeas del municipio de Jiujianlou, administradas por la ciudad de Usu en la Región Autónoma Uigur de Sinkiang, «se suscribieron de manera proactiva a los documentos y periódicos del Partido». En el mismo se cita a un imán local, el cual afirma que las mezquitas les entregaron publicaciones a los creyentes para que estudiaran las «políticas de alivio de la pobreza y cómo hacerse rico para llevar una vida acomodada lo antes posible».
¿Qué tan veraces son dichos informes gubernamentales? Clérigos procedentes de la ciudad de Yuzhou de Henán se quejaron de tales suscripciones forzadas, afirmando que el contenido de las publicaciones del Partido «viola sus creencias y les provoca una sensación similar a la que tienen cada vez que deben cantar canciones patrióticas rojas». A otros no les agrada el hecho de que cada lugar deba gastar aproximadamente 1800 yuanes (alrededor de 250 dólares) para suscribirse a por lo menos tres publicaciones por año.
«Nadie las lee, pero tenemos que hacer lo que el Gobierno nos dice para evitar ser perseguidos», afirmó el director de un lugar religioso administrado por el Estado. El mismo añadió que los funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos a menudo inspeccionan cómo la congregación estudia las políticas gubernamentales, toman fotos y luego se las envían a sus superiores.