En lugar de celebrar la infancia, los niños y niñas de China tuvieron que cantar canciones patrióticas y aplaudir a los líderes del país por luchar contra la COVID-19 y aliviar la pobreza.
por Bai Lin
En el Día del Niño, el cual se celebra en China el 1 de junio, una estudiante de primaria, de 8 años de edad, procedente de la provincia oriental de Shandong, se sintió sumamente angustiada. En lugar de poder pasar ese especial día jugando y divirtiéndose, le dijeron que debía participar en un concurso de canto bajo la temática, «El corazón del pañuelo rojo sigue al Partido». Al igual que esta niña, muchos otros niños de China también tuvieron que pasar el Día del Niño glorificando al Partido Comunista y a sus líderes.
En el mes de mayo, la Agencia de Educación de una localidad de la provincia suroriental de Fujian emitió un documento en el que se les exigía a las escuelas primarias y secundarias llevar a cabo actividades del Día del Niño tendientes a inculcar en los estudiantes los valores socialistas centrales. Tuvieron que elogiar «la fortaleza y el gran liderazgo de China para derrotar la epidemia», mientras «resistían los insultos de las fuerzas extranjeras», exhibiendo el «poder de la unidad y la tolerancia» y «prestando apoyo a la comunidad internacional». Los niños también tuvieron que elogiar los logros del Gobierno en lo que respecta al alivio de la pobreza; todo en nombre de «establecer un sentido de honor y una misión como sucesores comunistas».
En la víspera del Día del Niño, el presidente Xi Jinping publicó una carta, en la que destacó que los niños «fueron testigos de las grandes hazañas logradas por el pueblo chino al trabajar juntos y enfrentarse a los desafíos» en medio del brote de coronavirus. También les pidió «prepararse para hacer realidad el sueño chino de un gran rejuvenecimiento nacional».
Al día siguiente, el 1 de junio, el Ministerio de Educación publicó un Aviso sobre el estudio y la implementación del mensaje dado por el presidente Xi Jinping durante el Día del Niño a las masas de niños, exigiendo «comprender profundamente la gran importancia del mensaje de Xi Jinping» y «desencadenar un auge de estudio».
El aviso les exige a los departamentos educativos, a las administraciones escolares y a los docentes estudiar el texto del presidente «lo antes posible». Mientras que a los estudiantes de primaria y secundaria se les exige «leerlo y estudiarlo activamente» y fortalecer continuamente su «amor por el socialismo».
En todas las localidades se tuvieron que organizar diversas actividades para estudiar los comentarios de Xi Jinping y aprender a aplicarlos en todos los aspectos de la vida de los niños. El decreto también exige «hacer un buen uso de los preciosos recursos educativos desarrollados en medio de la lucha contra la epidemia» para elevar el espíritu de patriotismo.
Según diversas publicaciones en las redes sociales chinas y los informes recibidos por Bitter Winter, la educación patriótica extrema implementada en las escuelas de China se está intensificando. Incluso a los niños más pequeños se les enseña a adorar al Partido Comunista Chino (PCCh), a venerar el sistema socialista, a oponerse a los pensamientos democráticos y a odiar a los países occidentales, particularmente a Estados Unidos.
Una estudiante china le dijo a Bitter Winter que sus compañeros de clase criticaron el movimiento prodemocrático de Hong Kong, llamando a sus miembros «jóvenes basura» que «hacen uso de la violencia para perturbar a Hong Kong». «Culpan a Estados Unidos de crear problemas y le piden al Gobierno que aborde la cuestión de la misma manera que lo hizo con las protestas en la Plaza de Tiananmén», añadió la estudiante. «Los estudiantes no se atreven a criticar a los líderes estatales».
Muchos creen que la nueva generación china, nacida en la década del 2000, se ha visto afectada por la propaganda del Gobierno y ha desarrollado tendencias nacionalistas más definidas. A diferencia de los nacidos en las décadas de 1960 y 1970, quienes sufrieron mayores penurias a manos de la dictadura, y de los nacidos en las décadas de 1980 y 1990, quienes estuvieron expuestos a una mayor apertura, la nueva generación está más influenciada por el régimen autoritario. Los mismos se han convertido en «pequeños pinkos» (小粉紅) —un término utilizado para describir a los jóvenes nacionalistas del continente que defienden la dictadura del PCCh—.