Li Zhu (seudónimo) nació el 16 de mayo de 1979 en la ciudad de Zhaodong, provincia de Heilongjiang; es creyente desde 1991 y se unió a la Iglesia de Dios Todopoderoso, un nuevo movimiento religioso cristiano chino, en diciembre de 2007. Siempre le gustó difundir el evangelio y, por ese motivo, ha sido perseguida por el gobierno del Partido Comunista de China (PCCh). Para seguir profesando su fe, se vio obligada a huir a Corea del Sur.
En junio de 2013, Li Zhu regresó de Corea del Sur a la provincia de Liaoning para renovar su visa y llamó la atención de las autoridades del PCCh. El 22 de junio, mientras Li Zhu participaba en una reunión religiosa, la policía rodeó el edificio en el que se celebraba la reunión y más de diez agentes entraron por la fuerza al lugar. Mostraron una orden de detención, esposaron a Li Zhu y se la llevaron a la comisaría local para interrogarla.
En la comisaría, el jefe de la policía interrogó a Li Zhu sobre la iglesia, en un momento dado la golpeó en la cara con el puño cerrado, desprendiéndole dos incisivos y haciendo que su rostro se hinchara con moretones.
Al día siguiente, la policía le cubrió la cabeza a Li Zhu con una capucha y continuó torturándola después de llevarla a una sala de interrogatorios especialmente diseñada para los miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Varios policías ataron a Li Zhu a un “banco de tigre” (un dispositivo de tortura) y la interrogaron sobre su viaje a Corea del Sur, los lugares de reunión de creyentes y las personas que la habían acompañado a Corea. Los oficiales también le mostraron fotografías de otros miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso que habían ido a Corea y le pidieron a Li Zhu que los identificara. Los agentes no tuvieron éxito y mostraron su ira diciendo: “Esta vez, Xi Jinping emitió órdenes para ubicar miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso, pero vamos a capturarlos a todos y a encerrarlos en la cárcel”.
La policía recurrió más tarde a un hombre atractivo para engañarla. Al comprobar que eso tampoco funcionaba, rociaron a Li Zhu en la cara con un líquido químico desconocido, que le quemó el rostro y le impedía abrir los ojos. Li Zhu tuvo un súbito episodio de polineuritis periférica y, en los días siguientes, también se le hincharon las piernas y los pies, lo que le dificultaba moverse para ir al baño. El interrogatorio no rindió frutos y la policía condujo a Li Zhu a un centro de detención.
A finales de junio, el tribunal acusó a Li Zhu de “utilizar una organización xie jiao para atentar contra el orden público” y la sentenció a una condena limitada de cinco años. En octubre de ese mismo año, fue trasladada a una cárcel para mujeres. Los guardias intentaron adoctrinar a Li Zhu insistentemente, forzándola a escribir varios tipos de garantías, confesiones, declaraciones de arrepentimiento, exposición y críticas, así como una declaración de intención de romper sus relaciones con la iglesia. El intento de adoctrinamiento tampoco tuvo éxito. Mientras estuvo en la cárcel, Li Zhu desarrolló hipertensión ocular, sufrió múltiples episodios, su presión intraocular superó los 20-30 mm Hg. También tuvo fiebre de 39 grados centígrados.
La condena de Li Zhu finalmente se redujo por cinco meses y fue liberada en enero de 2018.
Informado por Piao Junying