Un total de 300 miembros del personal fueron enviados a demoler el santuario en Henán en la víspera del más grande festival de China.
Millones celebraron el Año Nuevo chino el 16 de febrero de este año. Un día antes, conocido como la víspera del Año Nuevo Lunar, fue día festivo. Fue un momento de celebración y diversión con familiares y amigos. Excepto que las autoridades chinas estaban ocupadas tratando de demoler un antiguo santuario ese día porque sabían que no habría nadie cerca para protestar en contra.
El santuario en la ciudad de Xuchang en Henán se construyó en 1998 utilizando fondos locales, de acuerdo con diversos cálculos. Era un lugar favorito para hacer ofrendas sagradas en Dongcheng, el distrito donde se localizaba el santuario.
El santuario estaba dedicado a Fuxi y Nüwa, el dios y diosa chinos, respectivamente, que se cree que crearon a la humanidad, según la mitología china. Los santuarios antiguos son importantes para los creyentes de las religiones populares chinas. Algunas personas hacen ofrendas a sus ancestros fallecidos, algunos anhelan una buena cosecha y el resto quiere honrar a los poderes divinos.
Sin embargo, el Partido Comunista de China siempre ha desestimado el patrimonio del país, además de todo lo que sea extranjero. Incluso durante la Revolución Cultural, los santuarios ancestrales fueron destruidos en grandes cantidades.
El gobierno local había estado emitiendo avisos relacionados con la demolición del santuario de Dongcheng desde abril del año pasado. Incluso, en algún momento, le cortaron el suministro de agua y electricidad. No obstante, los creyentes habían estado protegiendo el lugar durante siete meses antes de su destrucción.
Más de 300 miembros del personal del gobierno fueron enviados para el trabajo de demolición. El contingente incluyó policías armados, personal de control de disturbios y funcionarios del Departamento de Seguridad Pública. También se pusieron a múltiples patrullas en alerta. Al poco tiempo, una excavadora grande fue llevada para demoler el santuario. Los creyentes se habían reunido en un lugar cercano y se sintieron afligidos por la demolición, especialmente en un día destinado a la calidez y a estar juntos.
Informado por Jiang Tao