Las autoridades afirmaron que el templo era una «construcción ilegal» a pesar de que contaba con todos los permisos necesarios.
El demolido templo budista de Kwan Yin se hallaba emplazado dentro de los límites de la ciudad de Weinan, en la provincia norteña de Shaanxi, cerca de la cadena montañosa de Qinling, donde las autoridades han estado tomando medidas enérgicas contra sitios religiosos, bajo el pretexto de erradicar «edificios construidos ilegalmente». Las demoliciones han sido tan implacables que muchos templos designados anteriormente como «sitios de patrimonio cultural nacional de nivel dos» tampoco han podido salvarse de ser destruidos.
A finales de agosto, la demolición del Templo Budista de Kwan Yin fue realizada conjuntamente por el Departamento de Administración de Tierras, el Departamento de Asuntos Religiosos y la policía local. En menos de dos horas, el antiguo templo fue convertido en un montón de escombros.
Según una fuente, los funcionarios del Gobierno le enviaron una notificación a la persona a cargo del templo budista de Kwan Yin un día antes de la demolición. Los mismos afirmaron: «El monitoreo satelital revela que la construcción del templo no cumple con los estándares establecidos. Además, está ubicado en una ruta de mucho tráfico a un costado de la carretera, lo cual es considerado una ocupación no autorizada de terrenos y una construcción no autorizada”. Los funcionarios además mencionaron las tejas de acero de color y la falta de certificado de registro del sitio de actividad religiosa como razones para llevar a cabo la demolición.
La demanda de demolición provocó una gran conmoción, ya que el antiguo templo fue reconstruido en el año 2010 con fondos procedentes del Gobierno local, de la Asociación Budista del Condado de Hua, del comité de la aldea y de otros departamentos. El Departamento de Administración de Tierras local procesó las aprobaciones rápidamente, contando entre el papeleo con registros procedentes del Departamento de Asuntos Religiosos.
Todos los permisos administrativos habían sido sellados y aprobados por los departamentos pertinentes y, por lo tanto, la misma no podía ser considerada una construcción no autorizada, afirmaron los encargados de la administración del templo.
A pesar de esto, las autoridades locales declararon que se trataba de una orden del Gobierno central y que debían llevar a cabo la demolición a cualquier precio.
La persona a cargo intentó negociar con las autoridades locales afirmando que había solicitado una licencia de actividad de dueño de propiedad, ya que muchos monjes solían vivir allí. Pero los funcionarios respondieron que la licencia aún no había sido emitida, por lo que el argumento no tenía sustento.
“Todos los monjes que vivían originalmente en el templo habían llenado registros en el Departamento de Asuntos Religiosos local. También habían recibido permisos de residencia temporales procedentes de la estación de policía local y se habían registrado en el departamento», afirmó con impotencia el encargado del lugar.
Según informes, el PCCh inicialmente había comenzado a llevar a cabo una represión contra las villas construidas ilegalmente cerca de las montañas Qinling, situadas dentro del territorio de Xi’an. Pero el alcance de esto se expandió rápidamente cuando las autoridades locales comenzaron a colocar en la mira y a atacar a varias grandes estatuas religiosas situadas al aire libre, así como también a sitios de creencias populares y religiosos.
Informado por Yao Zhangjin