En un intento discreto por aplastar a las iglesias domésticas, las autoridades han estado presionando a los arrendadores que rentan espacios a los cristianos.
Debido a que las autoridades chinas a menudo demuelen las iglesias domésticas cuando las descubren, a los creyentes les parece conveniente rentar un lugar donde reunirse de modo que puedan rápidamente mudarse de ahí cuando son descubiertos.
No obstante, las autoridades ahora han empezado a tener como blanco a los arrendadores que rentan esos espacios para apretarle el cuello a la fe religiosa.
En abril, la policía de Zaoqiang, del condado de Hebei, cerró una iglesia doméstica con la falsa acusación de “reunión ilegal”. Además de los creyentes, el arrendador del lugar también fue llevado a una estación de policía para ser interrogado. Lo amenazaron y le dijeron: “Es ilegal rentar una casa a las personas que creen en Dios. Si vuelve a rentarles, será multado”.
Un mes después, un arrendador desalojó a un cristiano bajo una presión similar por parte de las autoridades. La persona solía impartir clases privadas de asesoría en su espacio rentado y, preocupado por que se lo llevaran a él también, el arrendador canceló el contrato de alquiler de manera arbitraria.
En los últimos años, varios arrendadores en Heilongjiang han sido amenazados también bajo pretextos similares. Fueron llevados a estaciones de policía y obligados a firmar declaraciones de que no volverían a rentar a cristianos nuevamente.
De acuerdo con algunos comentaristas, esto forma parte del ataque múltiple por parte del PCCh hacia las iglesias domésticas. En algunos casos, donde se llevan a cabo actividades en lugares rentados, las autoridades fuerzan a los arrendadores para que cancelen el contrato. Los creyentes, en este caso, siguen mudándose de una casa a otra. En los casos en los que tratan de comprar el lugar, las autoridades coaccionan a los agentes para que no se lleve a cabo el trato. Cuando los creyentes tratan de establecer una iglesia en un sitio que les pertenece, es clausurado bajo muchos otros pretextos. Al final, las autoridades continúan con el acoso hasta que la iglesia es cerrada por una razón u otra.
Informado por Feng Gang