En la actualidad, la represión religiosa se ha transformado en una tarea clave para funcionarios de poblados y aldeas, ya que los altos mandos los responsabilizan de manera personal por el éxito de las persecuciones.
por Jiang Tao
Centrándose en la persecución religiosa, el Partido Comunista Chino (PCCh) está presionando a las autoridades de base de toda China para que repriman a las personas de fe en sus jurisdicciones. Obligados a asumir la responsabilidad personal por cualquier falla, los funcionarios locales aumentan los niveles de supervisión y vigilancia de lugares religiosos y congregaciones en todo momento.
La rendición de cuentas y la presentación de informes se ha vuelto esencial
“En la actualidad, el Gobierno se está tomando muy en serio el asunto de la religión. Todos los días, nos preguntan cuántas personas en nuestra aldea creen en Dios. Si decimos que no hay creyentes, afirman que estamos ocultando lo que sabemos y no lo reportamos. Si se determina que no informamos la situación de manera veraz, seremos castigados», afirmó un funcionario gubernamental de nivel de base de la provincia central de Henán. “Ahora, tenemos que informar nuestro trabajo al Gobierno municipal dos veces al día. También debemos llenar un formulario por la noche. Estamos tan ocupados que no tenemos tiempo libre en absoluto».
Según residentes de la ciudad de Yongcheng, en la provincia de Henán, tres funcionarios del Gobierno local fueron suspendidos de sus funciones en el mes de abril, luego de que se determinara que la cantidad de creyentes que reportaron a las autoridades superiores no concordaba con la realidad. Los mismos fueron posteriormente reintegrados tras suplicar clemencia. Las severas medidas punitivas están obligando a los Gobiernos comunitarios a intensificar la represión religiosa. Luego de este incidente, todos los funcionarios de Yongcheng comenzaron a hacer grandes esfuerzos para investigar la situación de los creyentes en su jurisdicción.
“Se presta especial atención a este trabajo. Es como si nuestras vidas estuvieran siendo amenazadas», afirmó un funcionario local. «Luego de denunciar a alguien, tenemos que restringir sus movimientos e informar su situación todos los días».
El mismo añadió que las autoridades superiores dijeron en una reunión celebrada recientemente que la razón de una represión tan vigorosa era la creciente cantidad de creyentes, lo que hacía temer al Gobierno que esta fuerza considerable pudiera competir –e incluso derrocar– al Partido Comunista. Por lo tanto, «se deben tomar medidas y no se puede permitir que el número de creyentes siga creciendo».
Asumir la responsabilidad personal
En el mes de abril, a los funcionarios de nivel de base de una localidad de la provincia oriental de Shandong se les exigió que firmaran declaraciones de responsabilidad de un año de duración para reprimir la religión. La implementación efectiva de dicha tarea ha sido incluida en su evaluación de desempeño.
A los funcionarios de una localidad de la provincia de Shandong se les exigió firmar una «declaración especial de responsabilidad de gobernanza laboral» para reprimir la religión.
Los funcionarios se inscriben para asegurarse de que no se dejen atrás «áreas y lugares desatendidos» en lo que respecta a descubrir y sancionar lugares budistas, taoístas y cristianos sin licencia dentro de la jurisdicción.
En cuanto a los lugares religiosos que han sido clausurados, se deberá prestar especial atención a sus desarrollos para “lograr una comprensión oportuna de la dinámica del personal clave relevante, y evitar que se recuperen y revivan”. En cuanto a los lugares religiosos recientemente establecidos, deberán ser investigados y tratados con prontitud, y se les deberá «impedir que evolucionen y cobren impulso».
Para las evaluaciones de desempeño se ha adoptado un sistema de puntuación de 100 puntos. Por ejemplo, se deducirán 20 puntos por cada lugar religioso que reanude las actividades tras haber sido clausurado o por nuevos sitios recientemente establecidos.
Bajo este sistema de responsabilidad de alta presión, los Gobiernos locales celebraron reuniones, una tras otra, exigiéndoles a sus empleados que se centren en erradicar los lugares de reunión pertenecientes a iglesias domésticas, lo que ha dado lugar a un mayor número de lugares de culto denunciados y reprimidos.
A los funcionarios de otras regiones también se les exigió firmar «declaraciones de responsabilidad de trabajo religioso» similares.
Supervisión en tiempo real a través de plataformas de mensajería
Un funcionario de la provincia suroriental de Jiangxi reveló que todos los niveles de los Gobiernos utilizan plataformas de mensajería, tales como WeChat, para compartir información y supervisar las campañas de represión.
“Los funcionarios gubernamentales tienen un grupo de WeChat. Todo es enviado a dicho grupo: las recientes órdenes de las autoridades superiores, el estado de las inspecciones regulares de los lugares religiosos, las fotos de los creyentes y sus movimientos durante las festividades religiosas, y las actividades en los lugares de reunión clausurados», explicó el funcionario. “Los funcionarios superiores pueden determinar fácilmente la situación religiosa en las áreas locales. Incluso pueden tratar cualquier asunto, independientemente de su importancia, y llevar a cabo un seguimiento remoto en tiempo real».
El funcionario en cuestión brindó un ejemplo. Durante la Dormición de la Madre de Dios del año pasado, celebrada por los católicos el 15 de agosto, los funcionarios pertinentes a nivel de base recibieron una notificación con anticipación para que prestaran especial atención a los movimientos y al paradero de los creyentes y denunciaran rápidamente cualquier situación que pudiera surgir durante el día de la festividad. Una creyente católica estaba tomando un autobús para dirigirse a una ciudad cercana y celebrar allí ese día, cuando funcionarios locales la interceptaron cumpliendo la orden de los altos mandos de detener a quien planeara celebrar la Asunción de María. La mujer fue llevada de regreso a su hogar y amonestada. Toda la operación fue coordinada en tiempo real por funcionarios superiores.