Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
Las autoridades de la ciudad de Nanyang allanaron y clausuraron un sitio de reunión perteneciente a la Iglesia doméstica de la Gran Alabanza luego de que su líder se negara a unirse a la Iglesia Protestante de las Tres Autonomías controlada por el Gobierno.
Un arco conmemorativo emplazado en una de las cuatro montañas sagradas del budismo chino ha sido demolido por la fuerza y el presidente de la Asociación Budista del Monte Jiuhua fue puesto bajo arresto domiciliario.
Autoridades locales en diferentes zonas de China están organizando eventos «alternativos» cerca de los sitios de culto, intentando disuadir a las personas de participar en actividades religiosas.
Su templo fue clausurado en marzo de este año y todos los monjes fueron expulsados, pero el abad volvía de cuando en cuando, porque no tenía otro lugar donde vivir. Cada vez que era descubierto por funcionarios locales le ordenaban que se fuera.
Debido a que se están cerrando o demoliendo más iglesias, los miembros de las congregaciones ahora tienen que esperar hasta que oscurezca o reunirse en lugares apartados para seguir practicando su religión.
Oficiales de policía de Henán respondieron a las manifestaciones de los aldeanos que protestaban contra la recuperación ilegal de sus tierras sin haber recibido una compensación adecuada, agrediéndolos y arrestándolos.
Desde el mes de septiembre, el Departamento de Trabajo del Frente Unido lanzó su primer programa de supervisión a nivel nacional iniciado por el Comité Central del PCCh para verificar la implementación de políticas religiosas en provincias y municipios de todo el país.
En el mes de junio del año pasado, Bao Shuguang, una líder de alto rango de la Iglesia de Dios Todopoderoso, procedente de Shandong, fue detenida por las autoridades. En el mes de octubre, ella y otros cuatro líderes de la Iglesia fueron condenados a largas penas de prisión.
Autoridades locales de la ciudad de Yongcheng (Henán) allanaron los edificios de dos Iglesias aprobadas por el Estado y confiscaron el dinero de las ofrendas. Una de ellas fue clausurada de manera permanente. Todos los artículos de la Iglesia fueron confiscados y la congregación se quedó sin nada.
Una reunión de creyentes que se estaba celebrando en una Iglesia doméstica apostólica fue interrumpida inesperadamente cuando aproximadamente 200 agentes de policía irrumpieron en el lugar luego de recibir una denuncia por parte de un cuadro del partido local.
Autoridades de Henán no solo clausuraron ilegalmente una iglesia, sino que también hostigaron y amenazaron a niños pequeños.
Los Gobiernos municipales están siguiendo los pasos llevados a cabo por autoridades de otras provincias en lo referente a la discriminación de estudiantes que posean creencias religiosas.
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