Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
A pesar de la condena internacional, la sustracción de órganos de prisioneros de conciencia en China jamás se ha detenido. Una persona puede conseguir un riñón de su elección en tan solo dos semanas.
El PCCh tiene una nueva misión: eliminar en todo el país a las iglesias domésticas dentro de los próximos dos años. Mientras tanto, está aumentando la apuesta y está cerrando iglesias por la fuerza y atacándolas incluso en el ciberespacio.
A medida que se intensifica la campaña de “sinificación” del PCCh, las iglesias de las Tres Autonomías están siendo transformadas por la fuerza, perdiendo sus símbolos religiosos y cualquier semejanza con la arquitectura europea.
El Partido Comunista Chino (PCCh) continúa persiguiendo a los cristianos procedentes del extranjero bajo el pretexto de «resistir la infiltración religiosa extranjera».
Para evitar el surgimiento de protestas masivas, el Partido Comunista Chino (PCCh) aumenta el «control de estabilidad» sobre estudiantes y profesores durante los meses en los que se conmemora la masacre de la Plaza de Tiananmén y los disturbios de Ürümqi.
Tres iglesias protestantes aprobadas por el Gobierno han sido destruidas en la ciudad de Linyi en la provincia de Shandong por diversas razones inventadas.
Creyentes de testigos de Jehová de la provincia de Shandong comparten su experiencia sobre cómo evitan ser identificados como religiosos y evaden la persecución mientras practican su fe.
Creyentes procedentes de Shandong, pertenecientes a iglesias domésticas, comparten su experiencia de un arriesgado viaje a la región Uigur para comprobar cómo practican su fe otras personas religiosas.
Para evitar caer en el ridículo, el PCCh (Partido Comunista Chino) destruye, una vez más, los resultados de sus políticas de represión hacia la religión después de que fueran revelados en Bitter Winter.
A pesar de ser originario de China, el taoísmo también se ha convertido en un objetivo de la campaña antirreligiosa: se clausuran y convierten lugares de culto y se prohíben las tradicionales ferias de templos.
Como temían recibir una reprimenda por parte de las autoridades superiores, funcionarios de Shandong intensificaron la aplicación de medidas enérgicas sobre templos y sitios religiosos al aire libre y eliminaron las estatuas de deidades.
La ideología patriótica y la cultura tradicional china reemplazaron por la fuerza a las actividades religiosas, y las iglesias son presionadas para representar obras teatrales y óperas con el objetivo de transformar la fe.
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