Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
El Senado de los Estados Unidos y el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido critican al PCCh. Bitter Winter entrevista a John Patterson (HK Watch) y a Edward Chin (2047 HK Monitor).
Dos líderes uigures opinan sobre la primicia brindada por The New York Times. ¿Cambiará esto la actitud del mundo hacia los crímenes perpetrados por China o todo permanecerá tal y como está?
El Foro de Ginebra 2019, organizado por el Gobierno tibetano en el exilio, aporta pruebas que demuestran que la perversidad del PCCh también se exporta al extranjero. Relatos efectuados por testigos que padecieron brutales torturas hicieron llorar a la audiencia.
El famoso economista, ilegalmente detenido desde el año 2014, ha recibido uno de los más importantes premios europeos. Para el PCCh, negar la represión llevada a cabo en Sinkiang se vuelve cada vez más insostenible.
Expertos se dieron cita en Bruselas para discutir la persecución religiosa y los resultados del pacto entre China y el Vaticano de 2018, a un año de haberse firmado.
Una resolución del Parlamento Europeo reconoce que los dos regímenes totalitarios del siglo XX fueron idénticos en lo que se refiere a crímenes contra la humanidad. Alguien tiene que decírselo a Pekín.
Si la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprueba la “Ley sobre Política a favor de los Derechos Humanos de los Uigures”, será la primera legislación de ese tipo en el mundo que condene a China por sus crímenes.
Una profesional consumada desapareció en uno de los campos de detención que el PCCh denomina “escuelas profesionales”. Se lanzó un nuevo sitio web para ayudar a su liberación.
Holly Folk, Massimo Introvigne y J. Gordon Melton analizan la política religiosa del PCCh. El senador Lucio Malan, un héroe de la libertad religiosa en Italia, saluda a una gran audiencia.
Una carta de la Comisión Ejecutiva del Congreso de EE. UU. sobre China dirigida al Banco Mundial plantea el asunto y expresa preocupación. La revista Foreign Policy dice que no es la primera vez que ocurre esto.
Un informe detallado de la Organización de Naciones y Pueblos No Representados documenta cómo Pekín (y otros regímenes intolerantes) está impidiendo –de forma tanto legal como ilegal– que la voz de los perseguidos se escuche a nivel internacional.
Su nueva investigación detalla (citando ampliamente a Bitter Winter) el intento de suprimir la transmisión de la identidad religiosa y cultural de un pueblo a través de la desintegración de familias.
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