Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
En el marco de una campaña nacional, las autoridades de la ciudad de Wuhan, ubicada en la provincia de Hubei, demolieron una estatua de Guanyin de 36 metros de altura en octubre. La demolición de elementos budistas afecta no sólo a las libertades religiosas, sino también a las vidas de los locales que trabajan cerca.
Debido a la severa persecución llevada a cabo contra la Iglesia de Dios Todopoderoso, los hijos de los creyentes que huyen de las autoridades no pueden asistir a la escuela para recibir los nueve años de educación obligatoria.
En los últimos dos meses, agencias gubernamentales y de seguridad pública saquearon una iglesia de Sola Fide en Hunan debido a que su liderazgo se rehusó a unirse al Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías controlado por el Gobierno.
Una mujer miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso, originaria de la provincia de Hubei, fue arrestada en el mes de septiembre y murió casi un mes después. La familia de la fallecida sospecha que las autoridades hicieron algo indebido que pudo haber causado su muerte.
Las autoridades de algunas ciudades de la provincia de Hebei pusieron en marcha campañas especiales a principios de este año para acabar con las Iglesias que no formasen parte de la organización católica controlada por el Gobierno, cerrar lugares de culto y detener a miembros del clero.
Arrestado por sus creencias en 1983, un miembro de una Iglesia Sola Fide ha sido perseguido desde entonces por ser “creyente de un xie jiao”.
Iglesias Sola Fide emplazadas en varias provincias como Shandong, Hunan, Jilin y otras, han sido atacadas y clausuradas recientemente.
Un agente de policía fingió haber abrazado la fe y se ganó la confianza de una iglesia doméstica de la ciudad de Zhijiang, provincia de Hubei. La acción del agente facilitó la detención de varios miembros de la congregación.
Un templo budista fue demolido en Hunan y varias personas fueron golpeadas mientras protestaban en contra de la demolición.
En la China de Xi Jinping, incluso el budismo, una religión que ha sido practicada tradicionalmente en el país, no se encuentra seguro.
Las autoridades utilizaron explosivos para demoler una estatua budista de cinco metros de altura que se encontraba al aire libre en la provincia de Hubei supuestamente por obstruir la visibilidad de los aviones.
Un hombre de Hebei fue condenado a prisión por predicar en otras provincias como Jilin y Liaoning. Sin embargo, el juicio se celebró en secreto, sin informar a su familia.
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