Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
En el mes de agosto, las autoridades de las provincias de Zhejiang y Shandong pusieron en marcha operaciones de arresto unificadas, utilizando los datos recopilados a través del seguimiento a largo plazo de los creyentes.
El Gobierno chino está utilizando WeChat, una popular aplicación de mensajería y redes sociales multipropósito, para efectuar vigilancia masiva, incluyendo el monitoreo de personas de fe.
Mientras el coronavirus se propaga por todo el mundo, las personas de fe cuentan con Internet como la única forma de conservar sus actividades religiosas grupales. Pero no en China.
El régimen autoritario incita a los profesores y estudiantes a denunciarse entre sí, y los mismos son obligados a actuar como informantes para vigilar y delatar a los disidentes y creyentes.
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