Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
Una mujer de 47 años, miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso y procedente de Shaanxi, se suicidó luego de padecer una prolongada persecución y de ser amenazada por las autoridades en numerosas ocasiones.
Las autoridades chinas encargadas de hacer cumplir la ley suelen utilizar hoteles y hospitales o edificios enteros como bases secretas de interrogación y adoctrinamiento para creyentes religiosos y disidentes políticos. Bitter Winter ha descubierto algunos de estos centros en las provincias de Gansu y Shaanxi.
Las autoridades afirmaron que el templo era una «construcción ilegal» a pesar de que contaba con todos los permisos necesarios.
Las autoridades ordenaron la demolición del Templo del Palacio de Yaochi porque supuestamente «violaba leyes de construcción», siendo éste el pretexto que los funcionarios utilizan a menudo para atacar sitios de congregación religiosa en China.
En varias partes de la provincia de Shaanxi, creyentes de la Iglesia de Dios Todopoderoso han sido arrestados en centros encubiertos de adoctrinamiento forzado.
Los miembros de su congregación y los líderes de la Iglesia han sido acosados durante mucho tiempo. Durante el último allanamiento, la policía también confiscó el dinero de las donaciones.
A una mujer cristiana primero se le negó su medicación y posteriormente, la policía cambió la misma. Eso le causó aún más problemas médicos.
El fundador de un sitio web de derechos humanos en China se encuentra detenido y padece una enfermedad terminal. Su madre le ha estado solicitando apoyo a la comunidad internacional.
Según cálculos preliminares, al menos 26 miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso fueron arrestados durante una operación implementada por las autoridades en esta ciudad, perteneciente a la provincia de Shaanxi, a mediados de septiembre.
Dieciséis miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso fueron capturados en la ciudad de Zigong, en la provincia de Sichuan, y desde entonces no se ha sabido de ellos.
Por toda China se están clausurando arbitrariamente iglesias católicas clandestinas y aquellas aprobadas por el Gobierno y se está arrestado a los fieles.
Un predicador de una iglesia doméstica en Shaanxi fue arrestado en dos ocasiones en una década. Como resultado, su familia quedó fuertemente endeudada.
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