Fuente: ChinaAid
ChinaAid reporta que, en las semanas pasadas, oficiales encargados de aplicar la ley acosaron a dos iglesias domésticas de Pekín (la Hermandad del Santo Amor y otra iglesia que prefirió permanecer en el anonimato). Las autoridades presionaron a los dueños de los edificios para que cancelaran los contratos de arrendamiento de las iglesias.
El 6 de mayo, un equipo de varias docenas de oficiales del Departamento de Seguridad Pública del distrito de Xicheng se presentó al servicio de la iglesia anónima, tomó fotografías y revisó los registros. Más tarde esa semana, la policía prohibió a la iglesia organizar actividades religiosas de cualquier tipo. Obligaron al dueño del edificio, también cristiano, a firmar una carta retractándose de su participación en cualquier actividad religiosa.
Un anciano de la Hermandad del Santo Amor informó a ChinaAid que la policía frecuentemente presiona a los creyentes de la iglesia, violando así constantemente su libertad religiosa. Debido a la presión creciente sobre los propietarios, los fieles solo pueden reunirse en sus propias casas, desde que es cada vez más difícil rentar edificios y organizar ahí eventos religiosos más grandes.