Un campamento de «transformación por medio de educación» emplazado en la ciudad de Urumqi, en Sinkiang, alberga una fábrica secreta donde 300 mujeres de etnia uigur detenidas son obligadas a trabajar.
Bitter Winter recibió informes afirmando que más de 300 mujeres de etnia uigur permanecen recluidas en un edificio de aspecto ordinario que ha sido transformado en un campamento de «transformación por medio de educación» en la calle Hongmiaozi, en el distrito de Saybagh de la ciudad de Urumqi. Según fuentes, hay una fábrica secreta fuertemente custodiada situada en el sótano del edificio, en la cual las detenidas son obligadas a trabajar.
Un muro rojo rodea el edificio y hay cámaras de vigilancia infrarroja de alta definición instaladas en el mismo. Se han instalado dos capas de alambre de púas encima del muro y una malla de alambre eléctrico ha sido insertada en partes del mismo. El camino situado frente al edificio ha sido bloqueado para evitar el paso de cualquier persona y varios patrulleros están estacionados todo el tiempo en un callejón estrecho situado entre el campamento y los edificios contiguos. Policías antidisturbios en motocicletas patrullan la zona.
La mayor parte de las ventanas del edificio de 4 pisos han sido selladas con cemento y solo quedan unas pocas ventanas diminutas.
Según información proveniente de un infiltrado en el gobierno, hay más de 300 mujeres de etnia uigur encerradas en el edificio donde, como al igual que lo que sucede en otros «campamentos de transformación por medio de educación», las reclusas son adoctrinadas, y obligadas a estudiar chino mandarín y a trabajar. Todas las mujeres detenidas allí están siendo retenidas por períodos indeterminados, imposibilitadas de salir. Alrededor de una docena de mujeres viven en una habitación de menos de diez metros cuadrados. Cada habitación está equipada con una cámara de vigilancia.
Dicha fuente también informó a Bitter Winter que el interior del edificio está fuertemente custodiado, donde policía armada, agentes de seguridad pública y personal de seguridad se están haciendo cargo conjuntamente de las operaciones de seguridad. Guardias armados se encuentran presentes en todo momento, y en el patio del edificio hay armas de artillería. Para ingresar al edificio, todos los visitantes deben registrar su identificación e información de contacto, y proporcionar otros documentos, tales como permisos de residencia. Además, todos deben firmar un acuerdo de confidencialidad garantizando que no se filtrará ninguna información sobre la instalación.
El sótano es el área más fuertemente custodiada del edificio, donde, según los informes, se ha establecido una fábrica secreta. Para ingresar a la misma, tanto los detenidos como el personal deben pasar por controles de seguridad dobles, a veces, cuatro veces al día.
Como Bitter Winter informó anteriormente, los detenidos de los «campamentos de transformación por medio de educación» pasan parte de su tiempo realizando trabajos forzados. Según una fuente gubernamental, al hacer trabajar a los detenidos, las autoridades de Sinkiang no solo resuelven el problema de hacinamiento en los campamentos, sino que también se benefician del trabajo forzado llevado a cabo por los detenidos.
«Para el gobierno, la combinación de campamentos de ‘transformación por medio de educación’ con fábricas es una nueva cadena de beneficios. Las autoridades incluso planean establecer al menos cinco «centros de capacitación industrial» en siete áreas de Urumqi», dijo la fuente.
Informado por Li Zaili