En la ciudad de Putian fue cerrada una casa hogar para personas de la tercera edad operada por una Iglesia local de las Tres Autonomías controlada por el Gobierno, lo cual hizo que 80 adultos mayores fueran desalojados de sus residencias.
A finales de octubre, oficiales gubernamentales en el pueblo de Daji de la ciudad de Putian, en la provincia suroriental de Fujian, ordenaron a la Iglesia que desmantelara el hogar para adultos mayores con la excusa de que “la construcción es demasiado antigua y las medidas de control de incendios están por debajo de los estándares”. De acuerdo con los empleados del hogar para ancianos, más de 80 cristianos que vivían en dicho hogar tenían reuniones cada semana. Cuando la casa hogar fue cerrada por la fuerza, muchos de los adultos mayores lloraron. Después de todo, algunos de ellos habían vivido ahí por más de 10 años y no querían irse, pues decían que querían vivir en el asilo de ancianos dirigido por la Iglesia “hasta que muramos. Las cuotas son bajas y el servicio es bueno. El cuidado que nos proporcionaban era muy meticuloso”.
De acuerdo con los miembros de la Iglesia, la casa hogar para ancianos fue equipada en 2016 —según las disposiciones gubernamentales— con un sistema automático de rociado contra incendios y también había pasado por todos los procedimientos legales pertinentes. Así pues, los adultos mayores fueron desalojados de una casa que, técnicamente, ya había sido aprobada por el Gobierno. Se sabe que, para cerrar el hogar para ancianos, el Gobierno cortó el suministro de agua durante dos años, lo cual hizo que los residentes no tuvieran más opción que traer agua de otros lugares. Las autoridades dijeron que el suministro de agua sólo se restablecería si la casa hogar para ancianos era clausurada.
El 18 de octubre, el pastor de la Iglesia y más de 30 creyentes acudieron a las oficinas gubernamentales del pueblo para pedirle al gobierno que no cerrara el hogar para ancianos, pero fueron acusados de “reunir una multitud para crear un disturbio”. La policía los atacó físicamente y los forzó a marcharse.
En aquel momento, cuatro oficiales de policía tomaron a un creyente de la tercera edad y trataron de sacarlo a rastras de la sala de reuniones. Al ver esto, el pastor trató de impedirlo, pero tres oficiales del gobierno lo arrastraron hasta una parte del corredor que no tenía vigilancia, lo tiraron al piso y lo golpearon en el rostro. Apretaron tan fuerte los brazos del pastor que se le formaron grandes moretones. Cuando un diácono de la Iglesia trató de intervenir, él también fue golpeado por más de una docena de policías. Y cuando otro diácono utilizó su teléfono celular para tomar fotografías, los funcionarios del gubernamentales lo lanzaron al suelo, le robaron el teléfono y borraron todos los datos incriminatorios.
Posteriormente, buscando cerrar la casa hogar para ancianos, las autoridades incriminaron al pastor y a los diáconos de la Iglesia, afirmando que estaban tratando de lucrar con el asilo. Por tal motivo, oficiales gubernamentales del Departamento de Industria y Comercio, del Departamento de Asuntos Civiles y de otros departamentos acudieron a investigar el hogar para ancianos. Y aunque no encontraron ningún problema —una vez más, se trataba de una residencia aprobada por el Gobierno— los funcionarios eligieron clausurarla de todos modos. No obstante, la Iglesia de las Tres Autonomías logró organizar una reunión para los adultos mayores después del cierre de la casa hogar, pero luego el Gobierno reprimió eso también, diciendo que no tenían permiso para llevar a cabo ninguna actividad religiosa.
De acuerdo con informantes del Gobierno, si alguna persona de la casa hogar o de la Iglesia trata de presentar una petición relacionada con el cierre del asilo, las seis personas que estaban a cargo de la Iglesia serán las primeras en ser arrestadas.
“China no tiene una democracia. A la población no se le permite hablar libremente”, dijo un empleado de la casa hogar para ancianos. “Ahora bien, si el Partido Comunista te dice que te mueras, debes morirte; si te dice que vivas, tienes que vivir. Si desobedeces, estás traicionando al Partido. Siempre que seas obediente, todo estará bien, y no hay necesidad de hablar sobre la ley. En 2003, el Gobierno exigió que la Iglesia construyera un hogar para ancianos para disminuir la carga sobre el Gobierno, así que la Iglesia lo hizo. Ahora, con una sola palabra por parte del Gobierno, el hogar para ancianos debe ser cerrado”.
Informado por Lin Yijiang